Avenida 5 de Mayo, una calle que conecta nuestra historia

La avenida 5 de mayo muestra la arquitectura de varios siglos.

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La calle 5 de mayo surgió a finales del siglo XVI, el terreno que ocuparon las casas de Moctezuma y luego de Cortés, extendidas de Madero a Tacuba y de Monte de Piedad a Isabel la Católica, se dividió en cuatro partes. A un costado de la Catedral surgieron las dos primeras cuadras de la calle, ya que en esa época eran tan angostas que se les consideraba callejones y se llamaban del Arquillo y de Mecateros, y estaban cerrados por el desaparecido convento de la Profesa en la calle de San José el Real, la que hoy es Isabel la Católica.

Como consecuencia de las Leyes de Reforma en 1861, se derribaron los conventos de Santa Clara y la Profesa, con lo que la calle ganó dos cuadras más y llegando hasta Vergara, lo que hoy es Bolívar. Desembocaba en el Teatro Nacional —inaugurado en 1844—, cuya fachada miraba hacia el Zócalo. Este nuevo tramo carecía de nombre, y cuenta José María Marroquí que las personas evitaban pasar por ahí, ya que consideraban aquel paraje santificado por las virtudes de sus moradores [frailes o monjas].

Poco a poco la gente comenzó a transitarlo, a comprar terrenos y a habitarlo. En 1862, en honor de la batalla de Puebla, a este tramo se le dio el nombre de 5 de Mayo. Para 1881, como las dos primeras calles aún se llamaban del Arquillo y de Mecateros, pero se unificó el nombre de las cuatro cuadras. Pronto fue una avenida principal, con amplias casas y variados comercios. La calle se extendió́ de nuevo cuando en 1900 se derrumbó el Teatro Nacional y en 1905 llegó hasta Eje Central, donde comenzó a construirse desde 1904 el Palacio de Bellas Artes.

Para 1919 en 5 de mayo ya había restaurantes, sastrerías, casas de moda —aún hay tiendas de trajes para caballero—, una carbonería, un taller de máquinas de escribir, boticas, incluso un novedoso expendio de accesorios para automóviles. Se establecieron cantinas, hoteles y dulcerías —al menos había cinco; hoy solo queda la dulcería Celaya.

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Durante el siglo xx, la calle de 5 de Mayo fue conocida por sus librerías y papelerías. Ya en 1920 la papelería El Modelo ocupó la esquina con Motolinía y en 1921 la librería Sisniega y Hermanos abrió su local en el número 49. Desde 1937 se estableció en el número 46-e, entre Palma e Isabel la Católica, la papelería Zig-zag. El negocio, que desapareció en abril de este 2018, ha sido testigo de la historia desde hace ochenta años. Cabe decirlo porque otros comercios han mudado y ocupado distintos locales.

Hoy en día, la Calle del Cinco de Mayo conecta la Plaza de la Constitución a la altura de la torre poniente de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México con el Palacio de Bellas Artes y la Alameda Central. La calle es de un sentido y va en dirección poniente a oriente. A lo largo de su recorrido se pueden apreciar importantes ejemplos de la arquitectura de los siglos XIX y XX y muy pocos del período colonial, aunque con algunas transformaciones.

Aquí te dejamos unas fotos de la antigua 5 de mayo.