El arte de hilar y tejer fue de suma importancia para los mexicas.
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Desde temprana edad se le enseñaba a la niña el arte textil, y era tal la devoción por transmitir el arte, que después de nacer se hacía una ceremonia con husos, malacates y machetes del telar, que se colocaban en sus manos, en un ritual que simbolizaba las tareas femeninas más importantes llevadas a cabo durante el transcurso de la vida.
Así que hilar y tejer fueron actividades femeninas y se conoce como tzotzopaztlis a las herramientas usadas en el tejido, un tipo de machetes que bajaba los hilos en el telar elaborados en madera y algunos en hueso. En diversos códices (Nutall, Borgia, Féjérvary-Mayer y Mendocino) se han representado herramientas utilizadas de husos con malacate, telares, el tzotzopaztli, el mecapal, los enjulios y los hilos.
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Para los nahuas, la primera pareja creadora, Oxomoco y Cipactónal, se define el rol de los géneros: el hombre labraría la tierra y la mujer hilaría y tejería. Desde los cuatro años, las niñas comenzaban labores de hilar y tejer, además del aprendizaje por medio de observación y juego. La madre transmitía las enseñanzas para que a los siete años estuvieran preparadas para hilar por sí solas.
Cuando las niñas no aprendían bien eran castigadas, ya que el hilado era un don divino sin importar que fueran nobles o esclavas tenían que tejer. A los 14 años las niñas ya sabían tejer, y cerca de los 16 ya dominaban las técnicas labor y estaban entonces listas para el matrimonio.
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Hilar y tejer implicaba crear vestidos para ellas mismas, vestir a su familia y cooperar para el tributo elaborando infinidad de mantas. La diosa Xochiquetzal era la patrona de las hilanderas y las tejedoras, y sujeta con una mano un tzotzopaztli adornado con dos cintas de papel, y con la otra un escudo con un haz de flechas sin punta, como sucede en algunas representaciones de las deidades femeninas referidas en este trabajo.
En la fiesta y tributos a Xochiquetzal, la festejaban labranderas y tejedoras. Chalchiuhtlicue también sujeta con las manos un tzotzopaztli adornado con tiras de papel y un huso con hilo y copo de algodón; y en otros códices fue pintada sin huso ni tzotzopaztli, sino sujetando la cabeza de Tlazolteotl, tal vez como un acto ritual.
Uniformes en México
Otra diosa importante en este complejo, Cihuacoatl, Mujer Serpiente, aparece en láminas con un tzotzopaztli y una rodela. También llamada Tonantzin, Nuestra Madre, tenía como rasgos distintivos una pintura facial roja en la parte superior de la cara y negra en la inferior; un tocado y escudo con plumas de águila y un tzotzopaztli.
Además de su atavío, el canto que se le dedicaba connota su carácter de diosa guerrera, armada con su escudo y su palo para tejer. Pero hay muchas otras deidades que aparecen en códices con elementos propios del tejido, como lo son Itzpapalotl, Mariposa de Obsidiana, asociada a la guerra.
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Además de los códices, existen otras fuentes en las que los utensilios para tejer parecen tener una connotación ritual, y donde el tzotzopaztli tiene una ranura a lo largo de la parte media de su cuerpo, dentro de la que se hallan siete semillas redondas, lisas y duras, de color café oscuro.
Otro referente para entender el uso ceremonial de objetos como el tzotzopaztli es el corpus de huesos labrados encontrados en varios lugares de Oaxaca. Uno de los hallazgos más significativos fue el de la Tumba 7 de Monte Albán, con más de 40 huesos de águila y jaguar, entre los que pueden identificarse reproducciones de machetes para tejer o tzotzopaztli de tamaño reducido, agujas para separar o apretar los hilos del tejido y peines que se utilizaban con el mismo fin.
Trabajos de Prehistoria
Estos objetos rituales tienen una fuerte connotación con lo femenino, con la divinidad y con las mujeres como parte fundamental de una sociedad. Además, estos instrumentos tienen una relación cíclica entre guerra-muerte-vida y un papel del poder femenino en la sociedad.
Respecto de las diosas mexicas que aparecen en los códices y portan machetes, en particular Cihuacoatl, Ilamatecutli y Xochiquetzal, consideran una relación entre guerra y sacrificio, como paralelos de la muerte y la fertilidad
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