El Partenón es el monumento griego más famoso que adorna la Acrópolis de Atenas.
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En fechas recientes la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cedió los derechos de la mansión del “Negro Durazo” al gobierno de Guerrero: “Hay que darle una arreglada, hay que hacerlo para presentar libros, eventos culturales y hacerlo sencillamente para todo lo que sea cultura”, detalló el gobernador de la entidad.
Arturo Durazo estuvo al frente de la Dirección Federal de Seguridad del Distrito Federal durante el gobierno de López Portillo. Fue detenido en Puerto Rico y extraditado a México para que enfrentara los cargos de contrabando, fraude, evasión fiscal y acopio de armas.
Uno de sus inmuebles incautados más famosos fue “El Partenón”, el cual está ubicado en Zihuatanejo, Guerrero. ¿Pero qué tiene de especial este sitio? Según las narraciones del escritor José Agustín en su libro “Tragicomedia Mexicana 3”, esta casa de lujo estaba constituida por unos 20 mil metros cuadrados.
“El Partenón en Zihuatanejo… tenía un lago interior con olas mecánicas y cascadas, albercas, discoteca para mil parejas, ¡doce elevadores para subir al primer piso!, sala de automóviles de colección, caballerizas, esculturas griegas y su debido helipuerto”, detalla José Agustín en su libro.
Asimismo, el escritor revela que dicha propiedad valía tres millones de dólares y recuerda a Durazo en una cita: “Yo tengo derecho a tener casa en Zihuatanejo, ¿no?”. La mansión mide 20,000 metros cuadrados y costó $700,000,000 de pesos. Al dejar su puesto se convirtió en el enemigo número uno del país por la cadena de abusos que supuestamente cometió: se le acusó de asesinato, tortura, tráfico de drogas acopio de armas y de cobrar mordidas y extorsiones a los policías que trabajaban para él.
“El Negro” Duarazo fue la cara más visible de la prepotencia y el descaro del sistema político en aquella época. Su inexplicable riqueza sobrepasaba el cinismo.
El Partenón es un ícono de la corrupción. Pese a que ha estado abandonada, ninguna de sus estructuras está vandalizada, incluso, algunos de los cuartos aún conservan los espejos en los muros y los techos.
En 1984 fue detenido y la justicia lo acusó de acopio de armas y de abuso de autoridad por lo que pasó ocho años en la cárcel. Una condena que muchos consideraron insuficiente comparada con sus crímenes. Al salir, Durazo ya no pudo regresar al Partenón ni a otras de sus propiedades que fueron confiscadas por las autoridades.
Por eso, desde hace 35 años, los únicos testigos del deterioro fueron las estatuas y los murales de los dioses griegos que adornan el templo mexicano. Se dice que muchos policías fueron usados como albañiles para construir la oda de su jefe, quien murió en el año 2000. Luego de ganar un litigio con el gobierno mexicano, éste inmueble ahora le pertenece a la administración del estado de Guerrero.
Hoy en día, se ha dicho que este sitio será dispuesto para un centro cultural; a pesar de que Francisco Arturo Durazo Garza, hijo del Negro Durazo, ex jefe de la policía del entonces Distrito Federal, promovió la demanda de amparo, pero fue desechada por la SCJN.
Los ministros consideraron infundado el recurso de reclamación que presentó Durazo Garza por lo que el litigio quedó concluido. La alberca tiene casi tres metros y está rodeada por una docena de estatuas que adornan los jardines, en sus buenos tiempos había a las orillas faisanes y cisnes, lagartos disecados, venados de bronce y un elefante de marfil, así como un par de perros de cerámica.
Los cuartos están tapizados con espejos y decorados con terciopelo rojo, además de que cuenta con murales estilo romano, esculturas de mármol e inmensos muebles y puertas de madera. En la entrada se encontraban réplicas de la Venus de Milo, Minerva, Marte que daban paso a la estancia que ocupa toda una planta, el piso es de mármol de Carrara, Italia, en el centro se encuentra un Zeus de dos metros de altura hechos de bronce.
Foto destacada Despertar de la costa