Jala es uno de los centros eco-turísticos e históricos del Estado de Nayarit.
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El nombre de Jala se deriva del vocablo náhuatl “Xali” que significa arena, y de la variante “Tla”, que hace referencia a “lugar donde abunda”; y de hecho, Jala, fue el primer asentamiento con pobladores de origen náhuatl en Nayarit.
En 1918 fue reconocido como villa para posteriormente, con la promulgación de la Constitución Política del Estado de Nayarit, quedar integrado como municipio de esta entidad.
En Jala, las calles empedradas y viejas casonas de los siglos XVIII y XIX, te acompañarán hasta llegar a la Basílica de Jala, joya arquitectónica que mezcla los estilos romano y gótico, y que fue edificada cantera rosa, verde y amarilla consta. Su primera piedra fue colocada en abril de 1856.
Si te dejas llevar por las calles añejas llegarás a las ruinas de la iglesia de San Francisco de Asís, edificada en 1674, y el que fuera un convento franciscano, clausurado en 1810. Además hay cuatro templos tradicionales: la basílica lateranense de la Señora de la Asunción; el templo de La Natividad; el templo de San Francisco; y el templo de la comunidad vecina de Jomulco.
La Basílica Lateranense de Nuestra Señora de la Asunción está decorada en cantera rosa y verde, y su fachada posee tres accesos. En su interior posee columnas de estilo jónico y corintio, y en su cúpula se pueden observar las pechinas del crucero que poseen las pinturas con advocaciones de la Virgen María recitadas en las letanías.
Este hermoso templo fue declarado Basílica Laterense en 1961, con todas las prerrogativas de la Basílica de Santa María de Letrán, en Roma, por disposición del papa Juan XXIII. La Capilla El Santuario se encuentra en la calle Santuario, fue construida en el siglo XIX para proteger Jala en su parte occidental. Así que aunque no lo hayas pensado, puedes hacer un recorrido religioso del más alto nivel en Nayarit.
Pero eso no es todo, Jala se ubica a los pies del volcán El Ceboruco, aún activo aunque su última erupción sucedió en 1870. El también llamado “Gigante negro” se puede visitado en su cráter para admirar las fumarolas, además de disfrutar del hermoso paisaje de verdes valles y fríos bosques de diversa vegetación por los que se puede practicar campismo, ciclismo, senderismo, observación de flora y fauna.
La Cascada El Salto tiene una caída de agua que aparece en la temporada de lluvia, más o menos por ahí de junio a septiembre, con 30 metros de altura. No se puede acceder con automóvil por lo que se tiene que caminar un kilómetro desde donde se dejan los coches.
Antes de irte no olvides conocer las tiendas donde se venden maletas de cuero de primera calidad. En cuanto a la gastronomía de Jala, es recomendable ir al Mercado Municipal para disfrutar de unas deliciosas gorditas hechas a mano y unos tamales dorados.
En la Fonda de Doña Melva prueba el pozole y unas tostadas de lengua. No te puedes ir de Jala sin probar sus dulces típicos como los rosquetes y las bizcotelas, los primeros son galletas con cubierta de caramelo y el segundo es un pan sin endulzar cubierto de ajonjolí.
Sin duda, aquí reina la gastronomía local hecha a base de maíz reconocida por el tamaño de sus elotes, ostentándose como los más grandes del mundo ya que pueden llegar a medir alrededor de 60 cm. También puedes deleitarte con las típicas y peculiares tostadas gigantes con más de 30 cm. de largo.
Las gorditas de horno, los encanelados, los rosquetes, los cacahuates de minúsculo tamaño y una amplia variedad de mermeladas, chiles y jamaica, son otros productos locales con gran tradición.
Por si esto no fuera todo, en Jala se encuentran hermosas artesanías elaboradas de madera, hojas de pino y maíz. La Feria del Elote se realiza el 15 de agosto con actividades recreativas, danzas, exposiciones y juegos.
La Semana Santa en Jala se lleva a cabo una de las representaciones más interesantes de la Pasión de Cristo. ¿Qué esperas para visitar Jala?
Foto destacada Secretaría de Turismo Nayarit