Alex es el primer pingüino chilango y de familia de la Antártida.
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Recrear las condiciones climáticas de cualquier especie no nativa de nuestro país es casi imposible, por eso es un milagro poder reproducir las especies que se resguardan en recintos dedicados al cuidado y estudios de especies terrestres y marinas, como zoológicos y acuarios.
Diciembre de 2020 despidió un año sin presidentes con otro acontecimiento que no se esperaba del todo, el nacimiento de Alex un pequeño pingüino que proviene de una familia nativa de la Antártida, la especie gentoo.
El grisáceo y pequeño emplumado, de un kilo y 600 gramos proviene de una pareja de aves japonesas que forman parte del programa de reproducción del acuario con sede en la colonia Polanco de la CDMX. Su nacimiento es resultado de 5 años del trabajo que, desde aquí, apoya a las organizaciones ambientalistas internacionales con fines de preservación de la biodiversidad.
El proyecto ya había obtenido esperanzas algunas veces, como en septiembre de 2019 cuando una hembra puso huevos que no lograron llegar a su etapa de eclosión por resultar estériles. Las razones pueden ser muchas, una de ellas la falta de un ambiente adecuado, como tener agua a 6° c, para evitar la congelación más otros detalles que deben simularla costa rocosa antártica.
El pequeño debe su nombre a Alejandro Nasta, fundador del acuario; pero debe la vida a Mary y Beto, cuarta generación de pingüinos nacidos en cautiverio y traídos a México hace 5 años. Alex pertenece pues a la quinta generación de estas aves, pero a la primera especie subantártica – Pygoscelis papua- nacida en tierra azteca.
El mismo programa de reproducción, que encarga de los también se encarga de la reproducción de tiburones y ranas; por ahora la gran emoción y los esfuerzos se encuentran en el pequeño que puede llegar a medir 75 cm y pesar 8 kilos.
En estado natural estas aves pueden vivir hasta 20 años, bajo el cuidado del ser humano, logran vivir el doble de tiempo. Bajo el resguardo del acuario viven 16 pingüinos adultos, 3 parejas de la especie gentoo y cinco de la variedad barbijo.
Ya que en ningún país de clima cálido o templado se había logrado la reproducción, la alegría supera cualquier expectativa, pues se está apoyando a una de tantas especies amenazadas por la contaminación de los microplásticos.
Para conocer a Alex, hay que visitar la página de Facebook del acuario, ahí ya se encuentra un video donde se puede ver muy de cerca al bebé pingüino y conocer más de él a través de las palabras de los expertos que hicieron posible este milagro marino.
Parece que el nacimiento de este plumífero un guiño de un año que fue del todo malo y que promete nuevos 365 días de cosas buenas. Ahora nada más falta que, como a Towí, alguien le haga su canción.
Foto destacada Radio Turquesa