Un espacio creado por el genio arquitectónico de Manuel Tolsá.
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Corría el año de 1796 cuando el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo llegó a estas tierras para poner en marcha un gran proyecto arquitectónico a manos del ya famoso escultor y arquitecto valenciano, Manuel Tolsá.
El objetivo del obispo era constituir un espacio dedicado al cuidado de huérfanos, ancianos, discapacitados e inválidos; pero la excelsa mente de Tolsá vio 23 447 m2 como el lugar donde se construiría un inigualable edificio neoclásico.
Una capilla mayor al estilo toscano corona a las dos capillas, 23 patios, 72 pasillos y 126 cuartos que fueron erigidos sobre columnas dóricas y jónicas, que escucharían por poco tiempo a los cerca de 3000 niños que vieron sus mejores días.
“La Casa de Caridad y Misericordia”, comenzaría sus labores humanitarias para unos meses después ser convertido en cuartel durante los días de la Independencia de México. El después llamado Hospicio Cabañas, fue administrado por las Hermanas de la Caridad hasta 1857, cuando fueron expulsadas del país por la Ley de desamortización de los bienes de la iglesia.
Tras el sismo de 1875 que ocurrió en Guadalajara, volvió a estar al servicio de los militares, esta vez por lo que llevaban a cabo la Revolución, misma que pagaría su uso la invitación del gobierno a José Clemente Orozco para pintar el interior de la capilla con el mural que fue su obra maestra.
Fue hasta 1980 que el Hospicio deja ir a los niños que resguardaba para ser convertido en un museo para convertirse después en un espacio cultural que ha sido visitado y honrado en sus muros con las obras de grandes artistas.
Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, María Izquierdo, Juan Soriano, Lola Álvarez Bravo, José Luis Cuevas, Marcel Duchamp, no han opacado los muros y bóvedas donde Orozco plasmó 57 frescos dedicados a la narración de nuestra historia: conquista, religión, la industria humanidad bienhechora y perversa, la opresión, mecánica, creación y las raíces indígenas.
Entre las obras se encuentran “La Humanidad”, “La conquista española”, “El hombre en su afán de superación” y “El Hombre de Fuego” que se ubica en la cúpula de la capilla, estos gigantes ahora están acompañados por la obra de Mathias Goeritz y la Colección del Pueblo de Jalisco conformada por pinturas y esculturas de artistas jaliscienses.
El Instituto alberga en sus paredes a la Escuela de Artes, la Cineteca Nacional Jalisco, donde fue ubicada la Sala de Cine Guillermo del Toro, y espacios donde se realizan talleres y curso de música, danza, teatro y otras artes; mismas que esperamos poder visitar más pronto.
Hospicio Cabañas
Foto destacada El Universal