Aldous Huxley, México, Tecate, Oaxaca y los viajes de la mente

Los viajes ácidos de Aldous Huxley por todo México.

 

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Para muchos escritores norteamericanos, México promete privacidad y anonimato; es un lugar para perderse. Huxley en Beyond the Mexique Bay escribió, no tienen que usar su imaginación para reconstruir las características de una forma de vida desaparecida. Solo necesitan caminar hasta la oficina de Pan American Airways más cercana y comprar un boleto. En pocas horas, se encontrarán en medio de la sociedad campesina del siglo XV

 

 

 

“para los críticos de la sociedad americana moderna los indios mexicanos cumplen las funciones reservadas en los escritos de Voltaire y sus contemporáneos a los chinos y persas: son garrotes alienígenas para golpear a los malhechores domésticos. Pero mientras que Voltaire nunca soñó con visitar Pekín… los estadounidenses realmente toman el tren o el avión y, habiendo hecho el viaje al sur, son lo suficientemente imprudentes para afirmar que sus Nobles Salvajes son genuinos indios mexicanos ”.

De hecho, el propio Huxley hizo un gran viaje por México, y Beyond the Mexique Bay son los apuntes de viaje de un escritor en Oaxaca en 1933, llega a Puerto Ángel, y sigue en una mula hasta la capital del estado, pasando por Progreso, Miahuatlán y Ejutla, caseríos. Huxley recorrer Oaxaca, Puebla, Ciudad de México y Taxco.

 

 

Y fue un incendio que llevó a este escritor inglés y autor de Un mundo feliz a Tecate, quien tras diversas visitas en la década de los 50 vivió un año en esta región hasta poco antes de su muerte, periodo en el que posiblemente escribió su último ensayo, Ciencia y literatura.

Natalia Rivera Lugo escribió hace unos años un artículo para la Jornada, donde explicaba lo siguiente: El rancho La Puerta, pionero en el concepto de centros de sanación, ubicado al pie del cerro Cuchumá –montaña sagrada para los indígenas kumiai– fue el refugio que eligió su esposa, la terapeuta y violinista Laura Archera-Huxley, por recomendación del círculo social de Hollywood al que la pareja estuvo ligada, refiere Deborah Szekely, fundadora y propietaria del espacio.

 

 

Huxley y su compañera de vida se hospedaban en una cabaña que actualmente forma parte del área de comedores, explica Szekely. “Aldous no era exigente, no le importaban mucho sus alrededores, quizá porque estaba casi ciego. De trato agradable, era lo que yo llamo a sweetie pie (un pan dulce)… su casita estaba lejos de las otras; tenía mucho silencio y privacidad.”

La pareja llegó después de 1961, año en que el fuego redujo a cenizas en Los Ángeles, California, la casa del autor de Farenheit 451, que este 26 de julio celebraría su 121 aniversario. El fuego acabó con una parte de su memoria y marcó un antes y un después en su vida, reveló su hijo Matthew Huxley, en una entrevista que dio a la BBC.

 

 

Las actividades de Aldous Huxley en Tecate se enfocaban principalmente en la escritura, en la meditación y en la experimentación con sustancias. El libro Prueba de coraje: la historia de Michel Thomas, escrito por Christopher Robbins, hace referencia a una invitación a Tecate en 1958 a lo que Huxley llamaba experimentos controlados con el uso de LSD, sustancia que en ese entonces era legal y recibía de su creador, el doctor Albert Hoffmann.

La Biblioteca de la Universidad de California, en Los Ángeles, rescató los archivos de Aldous Huxley; en su inventario hay varios audios con la etiqueta Tecate, así como una invitación con fecha de 1960 a su conferencia titulada Potencial Humano, que no llegó a dar en persona, pues días antes su estado de salud se complicó por el cáncer de laringe que padecía y dejó una grabación para el acto. Sus sabias palabras abrieron la conferencia, recuerda Szekely.

 

 

Mientras vivió en Tecate, Huxley encontró no sólo un escape al bullicio de Los Ángeles. En territorios sagrados para los nativos kumiai, junto con su esposa Laura, científicos y sicólogos, formó una especie de incubadora de creatividad e ideas, que hablaba de su preocupación por el porvenir de la humanidad.

Científicos como el médico Andrija Puharich y el académico Timothy Leary, describen la relación que el autor entablaba a través de experimentos con sustancias como la mezcalina, elemento activo del peyote, experiencia que Huxley también resume en Las puertas de la percepción. El paisaje del rancho La Puerta incluye un complejo de senderos que llevan a jardines, fuentes donde abundan árboles y la montaña Cuchumá, considerada sagrada por los indígenas kumiai, una de las cinco etnias nativas de Baja California, a la que hasta estos días acuden para curarse, soñar y, sobre todo, recibir visión.

 

 

Aldous Huxley murió de cáncer el 22 de noviembre de 1963, en un largo viaje de LSD que su esposa Laura Archera-Huxley le inyectó ante una petición que él le hizo mediante una nota escrita.

 

Foto destacada Malaga Hoy

Información de Rivera Lugo Natalia,  Tecate, la magia que sedujo a Huxley, La Jornada, 02 de agostos 2015, p. 3