En el Espinazo del Diablo los detalles se presentan en su máxima expresión.
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El Espinazo del Diablo provoca escozor al ser nombrada. El nombre representa debería de provocar suspenso debido a sus más de tres mil curvas entre montañas y barrancas profundas y precipicios sorprendentes en uno de los recorridos más espectaculares de México.
La carretera libre que va de Durango a Mazatlán se terminó en la década de los cincuenta y, aunque desde hace tiempo tiene fama de ser muy peligrosa, ha sido un sitio turístico recurrente.
Sobre el nombre de la carretera existen diferentes versiones, y por supuesto leyendas y explicaciones sobre el nombre. Una de esas leyendas afirma que cuando Dios expulsó a Lucifer del cielo, éste fue a caer en esa región, formando con su columna la cresta escarpada de la Sierra Madre.
Otros aseguran que el Diablo vive en estas tierras y de vez en cuando se les aparece a los conductores solitarios. Algunos más afirman que las majestuosas barrancas que se despliegan a los costados del camino hacen ver al Diablo.
La característica de El Espinazo del Diablo es que sube por la Sierra Madre Occidental hasta alcanzar dos mil 500 metros sobre el nivel del mar. Desde ese punto vuelve a descender hasta llegar al nivel del mar en Mazatlán.
Eso explica su gran cantidad de curvas y tramos que desafían la gravedad. Pero también brinda vistas espectaculares de los barrancos y las formaciones rocosas.
Al conducir por esta carretera en más de una ocasión querrás tomar fotografías. Y hay muchas oportunidades, pues sus 223 kilómetros se completan en alrededor de cinco horas y media.
Es famosa por el Puente Baluarte, estructura que después de su construcción fue reconocida como el puente atirantado más alto del mundo, con más de 400 metros. También posee un túnel que mide casi dos mil 800 metros de largo.
Esta ruta es la favorita de los motociclistas, sobre todo de un tramo de cerca de 10 kilómetros con una parte abrupta de la cordillera más importante del país. A pesar de los años, y los numerosos accidentes, la carretera se ha conservado en buenas condiciones.
Algunas las curvas son espectaculares y otras parece que son del Diablo. Ya que es posible ver los acantilados y barrancos y tener esa sensación de caída o vértigo.
El principal atractivo es el mirador del Espinazo del Diablo, que tiene una vista única por su altura a 2,400 metros sobre el nivel del mar, con un clima fresco y en la vegetación predominan los pinos y arbustos. Se encuentra entre dos profundas barrancas lo que aumenta la sensación de estar en la cima del mundo.
Se pueden observar las montañas formando diferentes figuras en un juego de luz y sombras que echa a volar la imaginación. Si lo deseas, puedes pasear por el Parque Nacional El Tecuán, con su reserva para venados y otras especies de la fauna serrana.
Sin duda, es un lugar impresionante.
El Espinazo del Diablo
Dónde: Se extiende entre las localidades de Mazatlán y Durango, al este de la Sierra Madre.
Foto destacada Revista vía México