Ariel Guzik, el artista mexicano que descifró la voz de ballenas y plantas

Asómbrate con inquietud del músico, artista, iridólogo e inventor.

 

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Ariel Guzik es un mexicano que diseña y produce mecanismos e instrumentos para explorar los distintos lenguajes de la naturaleza. Guzik es director del Laboratorio de Investigación de Expresión y Resonancia de la Naturaleza en México, que durante más de 25 años ha explorado libremente los fenómenos de resonancia, mecánica, electricidad y magnetismo como fundamentos para la invención de mecanismos que dan voz a la naturaleza a través de la música.

 

 

Su investigación es el reflejo de una íntima necesidad de generar un ambiente propicio al encanto del mundo. Pretende preservar los misterios, más que descifrarlos, favoreciendo la percepción de los fenómenos naturales a través de los sentidos, la fascinación y la fantasía.

 

 

Sus instalaciones y las exposiciones individuales de su obra, se han presentado en instituciones nacionales e internacionales. Su pieza Cordiox fue seleccionada para representar a México en la prestigiosa Bienal de Venecia.

Ariel diseña mecanismos que parecen fantásticos, crea instrumentos que permiten investigar diversos fenómenos de la naturaleza. Su estudio le ha servido de fundamento para la invención de diversos instrumentos y mecanismos que “dan voz a la naturaleza a través de la música”.

 

 

En 1995 creó Espejo Plasmaht, un instrumento de cuerda que entra en resonancia con las vibraciones de los seres que se aproximan a él, produciendo melodías naturales.

Cordiox, es un asombroso instrumento de 180 cuerdas que lleva un “corazón” de cuarzo; este capta las vibraciones del sitio y la manera como la energía está distribuida en el lugar. 

 

 

 

Guzik ha hecho audibles también las ondas cerebrales, la luz solar y el crecimiento de la vegetación. En 2007 creó Nereida, un cilindro de cuarzo que sumergió en el Mar de Cortés, con el que buscó establecer una comunicación directa con delfines y ballenas grises.

La naturaleza tiene lenguaje y el artista mexicano Ariel Guzik lo sabe. Desde hace una década que trabaja en un proyecto original para tratar de comunicarse con ballenas, delfines y con plantas. Para llevar a cabo estos propósito creó un sistema de electrodos que unen plantas con un laúd que traduce las vibraciones energéticas de las plantas en música.

Foto destacada Museo Virtual de Pachuca