Un pequeño homenaje a la “Capilla Sixtina mexicana” de Michoacán.
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Nurio es una población michoacana que se encuentra en Meseta Tarasca que sobre sale entre todos los pueblos de la región por el templo dedicado a Santiago Apóstol edificado en el siglo XVI y que representa el fino trabajo purépecha de la región.
La construcción de la iglesia presenta la influencia arquitectónica árabe por sus techumbres de madera, en vigas inclinadas, conocidas como alfardas y el estilo mudéjar que hizo juego perfecto con el trabajo en madera que realizan los purépechas.
Detrás del templo y en seguida, se encuentra el yuritzio, “el lugar consagrado de Nuestra Señora”, que no es sino la Capilla de la Inmaculada Concepción, presente en todos los pueblos purépechas y cuenta con pequeños retablos churriguerescos, biombos, imágenes de santos y un atesorado poblado de ángeles, santos y emblemas de la letanía lauretana.
Los templos construidos en la región purépecha suelen tener la misma estructura interna, se tratan de bellas pinturas que, por tradición, debían representar la Santísima Trinidad y cada una de sus tres personas, a la Virgen María en sus diversas advocaciones, los ángeles y los santos.
También por tradición y por su objetivo evangelizador, las decoraciones de los templos debían representar pasajes bíblicos o conceptos de la fe católica, no obstante, no todos pestos eran fáciles de reproducir, tal es el caso de la adoración.
La joya calcinada presentaba un artesonado de madera, su cubierta era de corteza de pino -en la zona llamado tejamanil- y las cubiertas de teja de barro, se descubrió en algún momento que parte de las pinturas fueron tapadas con cal, quizá por menguar la posibilidad de los robos.
A diferencia de otras obras, este artesonado representaba la armonía con un coro celestial, la adoración a Dios por medio de la música, dentro de un cosmos nuevo para los pueblos originarios, donde habitaban ángeles de diferentes rangos y aspectos.
Conforme a la tradición, en el templo debió existir una representación del santo al cual se debe la advocación del templo, pero este es una excepción, ya que solo se encuentran las imágenes de dos religiosos y cientos de rosetones con ángeles.
El coro celestial se encontraba sobre la puerta de entrada del templo, cubriendo todo el cielo raso con ángeles que ya bien se encontraban cantando o tañendo un instrumento musical en diferentes secciones que asemejaban una gran orquesta.
Aunque no se sabe con certeza quien lo pintó, se sospecha que quizá es el único de los artesonados de la región que fue pintado por un español, esto pudo deberse a que en este templo asistían purépechas de alto rango.
Los hijos de esta alta sociedad recibieron una mejor educación musical por haber aprendido un instrumento, a diferencia del resto del pueblo, que sólo recibía clases de canto de la doctrina, se dice que después de algún tiempo la ejecución de instrumentos se había extendido tanto que las autoridades trataron deponer un freno.
Aquel lugar etéreo entre nubes que fue representado en el desaparecido artesano tuvo como finalidad un discurso evangelizador que quería invitar a los feligreses a la oración la alabanza, trascendió en una de las más maravillosas obras de arte de la conquista.
Iglesia de Santiago Nurio
Dónde: Calle 4, Nurio, Mich.
Cuando: todo el año
Entrada libre
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