En la Casa del Venado tendrás un sitio para alegrarte a diario.
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La Casa del Venado Azul es muy popular por ser una tienda de instrumentos musicales, pero además, es una fábrica, escuela, lugar de hospedaje y centro de viajes espirituales.
Este centro ofrece instrumentos musicales precolombinos, clases de cultura chichimeca para niños, talleres en la construcción de instrumentos musicales precolombinos.
En 1992, Luis Castro abre las puertas de La Casa del Venado Azul como un lugar para dar espacio a su investigación y su creatividad. Esto surge, como le dijo a El Financiero en 2017, Castro quería dedicarse a “la preservación o enriquecimiento de la cultura, la música, la danza, los instrumentos de estilo precolombino mexicanos”.
Esto tuvo tal impacto, que incluso artistas como Carlos Santana han pedido piezas especiales. Estos instrumentos están hechos de materiales que incluyen piedra, madera, piel de becerro y caparazón de tortuga.
Estos se utilizan para fabricar instrumentos tradicionales e híbridos como el Huehuétl o el Teponaztli (tambores), el Chicahuaztli (palo de lluvia) y el Tlapitzalli (flauta), entre otros.
El instrumento más especial que Castro ha diseñado fue una flauta hecha de un fémur humano.
Esta idea surge cuando Casto lee que los antepasados mesoamericanos hicieron un instrumento similar con fines ceremoniales. Cuando escuchó su sonido descubrió que era un instrumento muy especial.
El flautista Horacio Franco fue el afortunado de poseerlo porque lo aprovecharía. Luis no lo vendió, sino que lo cambió por otro, en un importante intercambio musical.
Luis Cruz Martínez ha amado desde niño la música y, más allá de eso, descubrir la magia que hace surgir sonidos y armonías de la madera, las flores del maguey o las piedras. Transformar los materiales en tambores, sonajas, flautas, ocarinas o teponaxtles.
La Casa del Venado Azul se construyó a partir de un terreno que compró en ocho mil pesos, una propiedad que ahora bien podría costar un millón de pesos. También hay temazcal, baño de vapor tradicional o cabaña de sudor solo disponible con reserva previa para tener un viaje al centro de la madre tierra.
Cuando Luis Cruz conoció el sonido de los tambores y la danza de un grupo llamado Tribu, comprometido con la defensa de las tradiciones indígenas que llegó a Mineral de Pozos para ofrecer talleres de fabricación de instrumentos autóctonos, y que se convirtieron en sus maestros.
A través de la experimentación, la fusión de culturas del mundo con la mexicana ha ido creando diversos instrumentos que suena diferente y siempre mencionando las raíces de cada una.
Aquí puedes encontrar flauta teponaztles, marimbas de piedra. Además, hay una escuela donde los niños pueden ir los fines de semana y hacer un tambor, un palo de lluvia, aquí les damos el material. Y si quieres, también funciona como una cafetería relajada en lo alto del pueblo en el camino a las minas.
Casa del Venado
Dónde: Mineral de Pozos, Gto.
Cuando: lunes a sábado de 09:00 a 18:00
Entrada libre
Foto destacada: Inventour
