Puente de Ojuela, la inspiración para el diseño del Golden Gate

El Puente de Ojuela es una escala en tu visita al pueblo de Mapimí, Durango.

 

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Mina de Ojuela fue la segunda polimetálica en todo el mundo, de ella se podía extraer plata, oro, cobre, plomo, zinc y manganeso; fue parte del Camino Real de Tierra Adentro la ruta comercial más importante de México hasta el siglo XIX y la inspiración del gran Golden Gate.

A 15 minutos de Mapimí se ubicó Ojuela, un pueblo duranguense enclavado entre dos cerros, lugar donde se abrió la mina y el hogar de sus trabajadores. Su nombre de debe al Francisco de Ojuela, español que durante la colonia descubrió la riqueza de sus cerros.

 

 

 

Antes de convertirse en un pueblo fantasma, Ojuela contaba con energía eléctrica, agua potable, iglesia, escuela, salón de baile, teatro, varias tiendas y con un respetable ingeniero, el alemán Santiago Minhguin, quien en 1892 levantó un espectacular puente.

Con la finalidad de unir los dos cerros para transportar los metales hasta los patios del pueblo, madera y acero se unieron en una obra de perfecta ingeniería, un puente de 350 metros de longitud que inspiró a los diseñadores del Golden Gate de San Francisco, Estados Unidos.

 

 

 

Tendido sobre un barranco de 956 metros de profundidad, el puente de 1.80 metros de ancho, unía la Mina Santa Rita y el Pueblo de Ojuela, no sólo para conveniencia de la industria metalúrgica, también ofrecía suntuosidad al desierto que los rodeaba.

En 1893 la Compañía Minera Peñoles tomó las minas de Ojuela para ver sus últimos años de gloria, su fama era tal que en 1927 el mineralogista W.F, Foshag la estudió, no obstante, su actividad disminuyó casi por completo.

 

 

La mina continúa labores en explotación mínima de plata, plomo y zinc, y en proyectos de conservación del área natural y de estudios científicos, hasta hoy se han encontrado 117 especímenes minerales entre los que destacan Adamita, Legrandita y Kottigita.

Junto con la mina, el pueblo de Ojuela fue rescatado, pero sólo el puente se restauró, sus torres originales de madera que sostuvieron la estructura por 100 años fueron cambiadas por unas de acero.

 

 

En el ahora pueblo fantasma puedes encontrarte artesanos que ofrecen piedras preciosas como cuarzos, geodas, piedras endémicas y rosas del desierto incrustadas en piezas de joyería; también puedes adquirir esculturas de piedra caliza.

Si quieres conocer la mina debes contratar un guía para recorrer 800 metros bajo tierra mientras te explican cómo se extraía el metal. Cuando regreses a la superficie, podrás volar sobre la barranca en una de las tres tirolesas que se extienden a lo largo del puente.

 

 

Puente de Ojuela

¿Dónde? Carretera la Zarca- Bermejillo Km 3, 35200 Mapimí, Dgo., México

¿Cuándo? Todo el año

¿Cuánto? $90 por persona

Foto destacada: Tripadvisor