Dr. Q, es el director de Neurocirugía de uno de los mejores hospitales del mundo.
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Alfredo Quiñones-Hinojosa vivía en Palaco, una localidad en las afueras de Mexicali, en el estado de Baja California, justo al lado del muro que separa a México de Estados Unidos, al final de la línea del tren.
En dicho sitio no tenían agua potable ni electricidad. Su hermana de seis meses murió de deshidratación cuando él era niño y a su familia le tocó enfrentar momentos extremadamente duros.
Quiñones-Hinojosa es ahora el director de neurocirugía de uno de los mejores hospitales del mundo: la Clínica Mayo. Ahí trabaja extirpando tumores con la misma precisión del que desactiva una bomba. Le dicen Doctor Q, porque en EU les resulta complicado pronunciar Quiñones.
Con la publicación de su autobiografía reveló al mundo una excepcional historia de vida que más tarde lo llevó a convertirse en uno de los protagonistas de una serie de Netflix llamada “The Surgeon’s Cut” o “Ases del Bisturí”.
Hoy en día es considerado como una “mente brillante” de la neurocirugía, Quiñones-Hinojosa ha tenido una vida tan inspiradora que la compañía audiovisual del actor Brad Pitt, Plan B Entertainment, quiere llevarla al cine. De hecho, “El guión está casi terminado”, cuenta en diálogo con BBC Mundo.
Doctor Q nació en 1968, y debido a la crisis de 1977, donde las familias pobres se hicieron más pobres, vive sin comida, donde lo perdimos todo. Su madre empieza a trabajar, a coser ropa, a limpiar casas, y unos tíos le llevaban comida.
El Doctor Q era fanático de Kalimán cuando era niño, el superhéroe que utiliza las ciencias, tecnología, ingeniería, matemáticas… Pero cuando era adolescente decidió cruzar de México a Estados Unidos saltando el muro con el fin de buscar una mejor vida, ganar dinero y mandárselo a sus padres.
Quiñones-Hinojosa se fue del campo a trabajar en una empresa de ferrocarril. Hacía un turno de noche y estudiaba inglés durante las mañanas. Trabajó como soldador, supervisor y a los 21 años estudió inglés todas las mañanas. Estudiaba en un “community college”, el San Joaquín Delta College. Luego me aceptaron en la Universidad de California en Berkeley, que sigue siendo la mejor universidad pública de Estados Unidos.
Después se dio cuenta que tenía posibilidades de ir a la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, pagando con una combinación de becas y préstamos. Cuando termino medicina y se graduó de su residencia en neurocirugía en la Universidad de California en San Francisco, había acumulado una deuda de más de US$175.000. La educación no es gratuita, hay que pagarla.
Además de trabajar como neurocirujano, el doctor Q tiene un laboratorio financiado con millones de dólares del gobierno federal. “Cuando veo que el cerebro tiene más de 100 millones de neuronas, más de 160 trillones de sinapsis… más sinapsis que estrellas en la galaxia, me doy cuenta que ese universo que tenemos en nuestro cuerpo es hermoso”, dice el Doctor Q para la BBC.
El Dr. Q ha publicado ocho libros, 500 artículos y algún día espera encontrar la cura contra el cáncer y ahora inspira un filme de Brad Pitt que retrata su vida y su empeño por hallar una cura para el cáncer cerebral. A los 53 años, Quiñones-Hinojosa celebra que Plan B, la productora de Pitt, siga abordando temáticas sociales y universales como lo hizo con “Twelve Years a Slave”, “Selma” o “Moonlight.
“Becoming Dr. Q” también es por ahora el título del proyecto de Plan B en asociación con Annapurna, que en los próximos dos años espera llevar a la pantalla gigante la vida de este experto del cerebro, fundador de la entidad sin fines de lucro Mission: Brain.
Información BBC
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