Seis danzas yahualicas para celebrar todo el año.
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La huasteca hidalguense era la frontera noreste de Mesoamérica, uno de los poblados que le sobreviven es Yahualica, la casa de la niebla por sus vocablos nahuas. Los indígenas huastecos que fundaron el municipio aún sobreviven a través de sus fiestas.
La orden agustina fue la que llegó a evangelizar la zona integrando elementos de las antiguas creencias de los huastecos con la fe cristiana, de donde surgieron nuevas vestimentas, música, danza y fiestas que integran todos estos elementos.
La principal espectadora de las fiestas yahualicas es la iglesia de estilo churrigueresco dedicada a San Juan Bautista, edificada durante el siglo XVI, desde donde se escucha el bellísimo huapango hidalguense interpretado por bandas de viento.
EL 24 de noviembre es la gran fiesta huasteca en la que se presentan jaripeos, eventos deportivos y se instala una gran feria con juegos mecánicos, escenario, comida y otras amenidades. Pero esta no es única, toma nota para saber cuándo visitar Yahualica.
Fiesta y danza van de la mano y en ellas verás mucho color cargado de simbolismo, por ejemplo, el rojo y el amarillo se vinculaban con el sol, la fertilidad y el renacimiento de la naturaleza, el azul se usaba en honor a Tlaloc y al dios del fuego.
En la fiesta de Xantolo se baila la danza de los coles o disfrazados (del 30 de octubre al 2 de noviembre) en la que se ridiculiza a los poderosos que están encantados por un diablo, los danzantes llevan máscaras de trapo para no ser atrapados por la muerte.
También durante en Xantolo o Día de muertos, se baila la danza de los cuanegros o las tres personas en la que se hace burla de los conquistadores, en esos días también se presenta la danza de los tecomates o danza de las rodillas.
La danza femenil indígena, se dedica a la virgen de la Concepción a quien se celebra el 7 y 8 de diciembre. La danza de las inditas o Macehualichpocamihtotlan se dedica a la virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.
Otra de las grandes fiestas de la huasteca es el Carnaval que se hace en febrero donde se presenta la danza de los mecos, todo un ritual en que los participantes se cubren de tepetate. Si quieres conocer más visita el Museo Comunitario Lluikatlachiyalistli.
Como la fiesta también es comer, no te puedes ir sin probar las enchiladas huastecas, el famoso zacahuil y las acamayas en ceviche que se consumen en la región desde siempre. De souvenir puedes llevarte unos higos adobados con coco.
Foto destacada: Samuel Hernández Hernández