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El jengibre es un tallo con mucho potencial saludable, en cantidades adecuadas para no amargar.
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Además de la conquista, el siglo XVI fue un momento de revolución biológica por la introducción de nuevas especies, gracias a su tierra fértil muchas plantas tomaron su lugar en México como en ningún otro lugar, una de ellas fue el jengibre.
En México también se le conoce como castilanchile (náhuatl), caxta lam’pin, tonahuiz camu (totonaco) y ixthi, nixtí (otomí), es el jengibre, tallo subterráneo de sabor fuerte que relacionamos inmediatamente con la comida china.
Fresco o en polvo, esta raíz oriental de mucho uso gastronómico y hasta medicinal por activar los jugos digestivos mejorando la absorción de nutrientes, que además reduce las náuseas, evita calambres, mejora la circulación, reduce el estrés, entre muchos otros beneficios.
El primer registro del jengibre se hizo hace 5000 años por el emperador chino Shennong, Darío I lo llevó de Persia a la India desde donde, siglos después, viajaría a Inglaterra para dar vida al famoso Ginger Ale, pero entonces ¿cómo hizo su viaje hasta México?
Antes de llegar a América, los portugueses llevaron el jengibre a África y los españoles a las islas Antillas, fue entonces que Francisco de Mendoza, hijo del virrey Antonio de Mendoza, lo trajo a la Nueva España junto con la pimienta y el clavo por considerarlos buenos para la comida y la digestión.
Fray Juan de Torquemada narra en “Monarquía indiana” que fue Guido de Lavezares el que llevó el jengibre a la Nueva España para sembrarlo en la huerta de Bernardino del Castillo en Quauhnahuac, algunos estudios señalan que seguramente la raíz fue transportada en arena seca para su conservación.
¿De dónde viene el jengibre?
El jengibre ya se consumía en España desde siglos atrás por lo tanto no era raro para ellos introducirlo en las hortalizas de la nueva tierra, incluso, todo español relacionado al campo se entusiasmaba mucho al introducir nuevas especies, no así los lugareños.
Los indígenas mostraban una sincera resistencia a sembrar nuevas plantas como el jengibre, actitud que llevó a los conquistadores a referirse a los pobladores originarios como “gente floja”. La realidad era que por ser nuevas interferían con sus métodos ancestrales de cultivo.
A pesar de estas diferencias, el jengibre se sembró con éxito. Francisco Hernández lo menciona en su “Historia Natural de Nueva España” escrita en 1570 donde se refiere a él como “chilli de la India Oriental”. Para 1580 ya era parte de las hortalizas de Tamazula, Michoacán.
Desde aquellos hasta nuestros días, el jengibre sigue sembrándose en nuestro país, siendo Oaxaca y Puebla los estados donde más se cultiva y comercializa. Por cierto, su nombre significa “forma de cuerno”, proviene del sánscrito sringavera.
Jengibre
¿Dónde? Mercados y tianguis de todo México
¿Cuándo? Todo el año
¿Cuánto? Un kilo cuesta hasta $200 pesos, pero suele venderse en piezas de alrededor de 30 gramos.