Las deidades mixtecas son símbolos vívidos de cada fenómeno natural

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Te dejamos con las deidas mixtecas más importantes del pasado prehispánico.

 

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La cultura mixteca se desarrolló principalmente en Oaxaca, pero su territorio llegaba hasta Puebla y Guerrero, la evidencia se encuentra en vestigios fechados alrededor del año 6000 a.C. en los que se ha podido estudiar y conocer su antigua religión.

Los mixtecos practicaban una religión politeísta animista, es decir, creían en muchos dioses y en que todo ente natural posee un alma, lo cual lo hace digna de respeto, admiración y cuidado, uno que otro hasta digno de ofrendas.

 

 

Los mixtecos no fueron la excepción en la creencia mesoamericana del origen dual, mitología que narra cómo dos deidades se unen para formar el cosmos; y en la creencia cíclica de la existencia como se explica en el mito de las eras de los soles, donde lo que nace muere y viceversa.

Su religión era guiada por los sacerdotes, que llegaban a ser más importantes que los mismos gobernantes, se creía que podían transformarse en animales, y es que, en general sus ritos y creencias se construyeron alrededor de los fenómenos naturales y las bestias del campo.

 

 

Dzahui el dios de la lluvia mixteco

 

Tanta variedad no alcanza a ser descrita, por eso te presentamos sólo algunas de las principales deidades mixtecas, siendo el primero el más importante Dzahui, el dios de la lluvia, petrificado por Tonatiuh (el sol) y protector de su pueblo.

Dzahui, que traducido al español es simplemente lluvia, se representaba con piedras en forma de gota de agua. Era la deidad a la que más se le dedicaban ofrendas y sacrificios, por ejemplo, en tiempos de sequía se le ofrecían niños en las cumbres montañosas.

 

 

Huehuetéotl, el fuego, una de las deidades más antiguas en Mesoamérica, con representaciones antes de la misma existencia de esta cultura.  Tonatiuh, el sol, la luz necesaria la agricultura, por ende, para la vida.

Cohuy es el maíz, el protector de las cosechas, que recibía sacrificios animales y humanos por ser la materia prima de la cual está hecha la humanidad. Qhuav, era otro tipo de deidad, pues no pertenece a la representación de fenómenos naturales.

 

 

Dioses mixtecas del fuego, el maíz, la caza y el viento

 

Qhuav, es el dios de la caza, uno de los pocos dedicados a las actividades básicas de la vida por proporcionar alimento así que se le ofrecía el mejor animal de la cacería. A esta clasificación de deidades pertenece Yozotoyua, el protector de los mercaderes.

Nueve Viento, la serpiente emplumada mixteca, era el héroe que había enseñado la escritura y las artes. Por último, Xipe Tótec, quizá el más famoso en nuestros días.  La deidad de la vida y la muerte. La resurrección y las enfermedades, el dios de la agricultura.

 

 

Xipe Tótec era también deidad de la fertilidad y hasta de la economía, pues todas estas características conjugadas permitían a los mexicas comerciar con otros pueblos. La deidad trina de los mixtecos tenía tres representaciones cada una con su nombre.

Xipe, el padre de todo. Tótec, el creador de las plantas, los animales y el ser humano. Y Tlatlauhqui, el que conserva o destruye la vida, representado por el sol (no confundir con Tonatiuh) por su fuerza y magnificencia.

 

 

A Xipe Tótec Tlatlauhqui, también “nuestro señor desollado”, que alimentó a la humanidad con su propia piel, recibía grandes fiestas, ceremonias con sacrificios humanos voluntarios y con prisioneros de guerra.