La Cerámica de Chupícuaro, las raíces doméstico funerarias de Guanajuato

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La calidad y belleza de la cerámica de Chupícuaro se ha expuesto en diversos museos europeos.

 

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La cerámica de Chupícuaro ha sido reconocida por museos nacionales e internacionales como una de las más bellas de México qué, a saber, estuvo por desaparecer a mediados del siglo pasado por la construcción de una presa.

Era 1945 cuando en Acámbaro, Guanajuato, se arrancó un urgente programa de rescate arqueológico, zona que había permanecido sin estudio ni protección durante muchos años pero que a causa de la presa era urgente investigar.

 

 

 

Chupícuaro es una cultura del Preclásico que abarca del 2500 a. C hasta el año 200, se sabe que la primera cerámica de México fue elaborada al principio de esta era, razón por la que salvaguardar los hallazgos encontrados era importantísimo.

Las figurillas y vasijas encontradas en Acámbaro pertenecen a un contexto doméstico y funerario, la mayoría son de mujeres, casi siempre embarazadas; las pocas figurillas de hombres tenían el cuello roto, aparentemente como parte de un ritual.

 

 

Las figurillas halladas en tumbas están presentan pigmentos rojo y blanco, collares, aretes y pulseras, algunas incluso se trataban de mujeres sosteniendo niños en los brazos, se piensa que la presencia de estas mujeres y los hombres de cuello roto representaban el ciclo de la vida.

Chupícuaro es una de las zonas del occidente mexicano donde más se han realizado excavaciones y de dónde se han hallado más piezas, se rescataron cerca de 400 entierros donde se hallaron ofrendas que comprenden aproximadamente 1300 vasijas y mil figurillas.

 

 

Otros objetos como metates, molcajetes de piedra, joyería de hueso y conchas marinas, y navajas de obsidiana no impresionaron tanto como la arcilla de la que se puede ver una evolución en técnicas y materiales.

Una característica de las figurillas chupícuaras que las destaca del resto de las encontradas en Mesoamérica es que están muy bien equilibradas y proporcionadas; se cree que su estilo y técnicas influenciaron toda la cerámica de la región.

 

 

Jalisco, Michoacán y hasta Cuicuilco en la CDMX recibieron aquella influencia de Chupícuaro que hoy se puede apreciar en distintos sitios arqueológicos como Plazuelas, Cañada de la Virgen, Peralta y el Cóporo, y hasta en Museo de Antropología de Barcelona y el Fied Museum de Chicago.

Chupícuaro viene del purépecha, significa “lugar azul” y es que esta cultura se instaló cerca del río Lerma, seguramente por eso muchos de sus diseños parecieran imitar al agua, figuras en zigzag y espirales nos dan la pista de otra de las más antigua culturas mexicanas de las que casi no se habla.