La historia de los Xiximes, la tribu extinta más temida de Durango

Foto destacada: Universitam

Los xiximes resistieron a toda costa la invasión de sus espacios.

 

La Sierra Madre Occidental fue el hogar de las primeras tribus del México septentrional, Durango, Chihuahua, Sonora y Sinaloa fueron el escenario de pueblos originarios que vivieron en paz, pero también de los que estuvieron siempre en batallas, como los xiximes.  

Se tiene la creencia popular de que los pueblos del norte eran violentos, pero pocos fueron los que realmente podrían entrar en esta descripción y habría que considerar que muchos pueblos sólo querían defenderse y la radical diferencia de usos y costumbres, como la antropofagia.

 

No es que los xiximes anduvieran por ahí cazando personas, mucho menos formaba parte de su dieta diaria, la antropofagia era un asunto ritual, pero también eran mucho más que esto, por ejemplo, fueron una cultura de fuertes lazos familiares.

Hernando Santarén fue un sacerdote que documentó esta cultura, en su etnografía describe con maravilla las viviendas xiximes, construidas de “terrado muy bien techadas, con una puerta pequeña aun no de una vara en alto”.

 

 

Religión y Combates de los Xiximes

Su religión era muy compleja. Su dios principal, Neyúncarne, tenía forma humana, al que se le sumaban deidades como el conejo y el venado. Construyeron espacios sagrados donde los hechiceros curaban las almas y sanaban los cuerpos de sus enfermedades.

Practicaron el juego de pelota, pero no como en las culturas mesoamericanas, su juego era mucho más complejo y desarrollado. Otra característica que distingue a los xiximes es su forma de organización política, eran gobernados por un jefe, el bayiyo, que a su vez tenía 8 más a su cargo.

Foto de Turimexico

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Cada uno gobernada 4 o 5 rancherías compuestas de seis o siete familias. Es decir, estaban muy bien organizados. La religión, la organización social y la vida política estaban fuertemente vinculados, razón por la que la guerra era tan importante para los xiximes.

La guerra era tan importante para los xiximes que se “vestían de gala”, se colgaban joyas; capturar enemigos era de gran prestigio, ya que además de mostrar habilidades, los capturados servían para sacrificios muy similares a los de las Guerras Floridas.

 

La conquista de los acaxees en 1563 por Francisco de Ibarra abrió la puerta del norte a los españoles, quienes años después dirigidos por Francisco de Urdiñola y acompañados por los acaxees invadieron al pueblo xixime.

Los xiximes vivían al sur de la sierra, una tierra rica en minerales que después de la conquista se llenó de minas en las que africanos, indígenas de otras zonas, acaxees y xiximes fueron obligados a trabajar, razón de sobra para que existieran levantamientos libertarios.

El Siglo de Torreón

Al inicio muchos xiximes migraron huyendo de los conquistadores, es decir, no querían pleito. Las condiciones en las minas los llevaban a rebelarse en batallas que ganaban, esto y sus prácticas antropofágicas les dieron muy mala fama entre los españoles, considerándolos como una raza inhumana, y casi imposible de dominar.  

A la llegada de los españoles, los pueblos principales de los xiximes eran Xocotilma, Guarisamey, Humase, Yamoriba, Otáez y Guapijuxe, de donde fueron reprimidos con no menos violencia de la que aplicaban para defender sus hogares.

Daily Mail

Para 1606 Francisco Urdiñola ya era gobernador de la Nueva Vizcaya, así que se le solicitó apoyo para controlar a los xiximes. Tratando de ser más listo, el gobernador desplegó una campaña de paz que fracasó en 1610.

En aquel año los xiximes volvieron a levantarse en armas, Urdiñola envió una vez un mensaje de paz al que contestaron con la frase “nosotros queremos combate” y realizaron antropofagia a dos españoles, estaban decididos a sacar a los invasores de una vez por todas.

Armados 200 soldados y 900 indios, los españoles por fin lograron sortear las dificultades de la sierra para sorpresa de los xiximes quienes no los esperaban ahí el día que los rodearon, iniciando una tremenda batalla que redujo por mucho la población xixime.