El huapango, la narración musicalizada que narra nuestra historia

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El huapango es el precioso son que une a toda la huasteca.

 

En Tamós, Veracruz se encontró un vestigio fechado en 1717 que sigue bajo la lupa de la Secretaría de Cultura para asegurar que en efecto es la referencia formal más antigua de uno de los ritmos más famosos de México, el huapango.

No hay otro significado que nos venga a la mente cuando escuchamos “huapango”, faldas de colores, o muy blancas, zapatos y botas de tacón, sombrero de paja y hermosas mujeres zapateando al rito de los instrumentos, eso es este género musical.

¿Qué significa huapango?

El origen de la palabra tiene distintas rutas. Se dice que proviene del náhuatl cuauhpanco, que es el lugar donde se coloca el entablado de madera para bailar. También se cuenta que los huastecos de los ríos Pango y Pánuco deformaron la palabra fandango.

Una tercera teoría indica que en la Huasteca la palabra huapango se utilizaba para hablar de fiesta, espectáculo y la música que se toca y baila durante ellos. Cualquiera que sea lo que sabemos es que definitivamente nos referimos a un género musical mexicano.

Entonces, ¿qué es el huapango?

El huapango es la música característica de la Huasteca, es decir los estados mexicanos de Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí, Querétaro, el este de Puebla, y Veracruz donde es conocido como el “Son Jarocho” (aunque técnicamente no es lo mismo), que por cierto también se toca en Oaxaca y Tabasco.

El huapango es música regional, es decir, presenta modificaciones de acuerdo con el pueblo o región donde se interprete. Su elemento más importante es el diálogo que se “entabla” entre el zapateado y los instrumentos, los músicos y los danzantes.

Esta belleza de la música tradicional se toca en tríos, donde los participantes son la jarana huasteca, el violín huasteco y la quinta huapanguera. El son es narrativo, un canto con eco que se ejecuta a dos voces.

¿De dónde proviene el huapango?

Los orígenes del huapango se remontan al siglo XVII cuando la música española sobre todo la traída de Andalucía y las Islas Canarias y los ritmos africanos se encontraron en las manos de los pueblos originarios y una población mestiza en ciernes.

El huapango que tenemos hoy corresponde a la música tradicional mexicana que se ha preservado a través de los pueblos originarios y comunidades que desean mantener vivos sus ritmos, por eso el huapango no tiene dueño, es una valiosa herencia.