10 zonas arqueológicas inadvertidas o poco exploradas: de la A a la Z

Foto destacada: Pueblos de México

Estas zonas arqueológicas se distinguen por ser poco visitadas o exploradas.

 

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Las culturas ancestrales que habitaron México dejaron innumerables ciudades, templos y recintos ceremoniales llenos de belleza y misterios.

Teotihuacán y Chichén Itzá son los dos sitios arqueológicos más conocidos de México. Ambos concentran más del 40% de las visitas anuales según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Su importancia en las culturas prehispánicas es indiscutible; Sin embargo, existen otros 185 sitios arqueológicos en todo el territorio nacional que guardan reliquias del pasado, la mayoría de ellos aún descubiertos.

Escondidas entre la maleza, expuestas en medio de un campo, olvidadas por no encontrarse cerca del paso diario o de carreteras de mucho tránsito, estas son las zonas arqueológicas más desconocidas de México, de la A a la Z.

 

 

Becán, Campeche

Su nombre significa “cavidad por el correr del agua”, que se le dio por el foso que rodea a las múltiples estructuras que parecen sumergidas en la selva. Su pirámide más alta mide 32 metros. Hay es que una zona arqueológica reconocida lo complicado es llegar hasta el sitio, pero una vez que te encuentres en el sitio podrás experimentar el por qué de su profunda lejanía.

 

 

Cuicuilco, Ciudad de México

Entre la jungla de asfalto aún tenemos pequeños recuerdos de la grandeza que nos antecedió, esta zona arqueológica se encuentra en Tlalpan. En sus mejores días la zona fue abandonada por la erupción del volcán Xitle. Esta zona es poco visitada a pesar de que a unos cuentos metros, todos los días, se transportan millones de chilangos. Además no es posible verla por la densidad de los árboles y no representa un atractivo, a pesar de que lo es en muchos sentidos: par empezar es una zona arqueológica al sur de la ciudad, no muy lejos de un famoso parque de diversiones. 

 

 

El Chanal, Colima

Una antigua ciudad dedicada a Ehécatl y Tláloc, deidades del viento y el agua respectivamente. En el sitio se aprecian las ruinas de una pirámide, un juego de pelota, altares y plazas. El Chanal sí cuenta con templos, palacios con pórticos, recintos ceremoniales y existe evidencia de braseros y sahumerios para ceremonias rituales. 

Es poco visita a pesar de que se encuentra muy cerca de Colima, y su nombre se relaciona con seres imaginarios conocidos como “chanos” que habitaban los arroyos

 

 

Guachimontones, Jalisco

 

La forma de la pirámide principal hace sospechar que esta estructura tan inusual haya sido dedicada a Ehécatl, dios del viento. En este lugar se encontró un enorme palo parecido al que se utiliza en Papantla para el baile ritual de Los Voladores.

Si deseas conocer más sobre la intrigante pirámide circular de Guachimontes, te dejamos esta nota que te ayudar a alimentar tu curiosidad sobre esta zona arqueológica de Jalisco.

 

 

Kohunlich, Quintana Roo

 

El lugar que debes visitar si andas en Chetumal. El estilo de las estructuras relaciona al sitio con las etnias de Belice. Su templo de los mascarones retrata a Kinich Ahau, dios del sol. Aunque se encuentra en un Estado con mucho flujo turístico, esta zona en particular no lo es tanto. Pero si la visitas es de las pocas zonas arqueológicas en el país en donde puedes ver la arquitectura maya a pocos metros y estudiarla como desees. 

 

 

Pahñú, Hidalgo

 

Las ruinas otomíes fueron un observatorio solar. Pahñu fue una pequeña comunidad que dedicó sus espacios arquitectónicos a Otontecutli, dios del fuego viejo. Actualmente su acceso no es sencillo, pero llegar vale la pena.

Pahñu, en cuestión de temporalidad, es contemporánea de la ciudad de Teotihuacán, sigue un desarrollo paralelo e independiente aunque también más modesto. Aún así este sitio se caracteriza por la cerámica y arquitectura.

 

 

Quiahuiztlán, Veracruz

 

Tres cementerios, un juego de pelota y dos pirámides conforman este espacio alto donde, se dice, los españoles pactaron con los totonacas la alianza para derrotar al imperio tenochca.

Este lugar es pequeño pero tiene mucho encanto. Se encuentra justo en una increíble vista al mar en donde seguramente podrás tomar las fotos increíbles que a todos les gustan.

 

 

Tehuacalco, Guerrero

 

El sitio es maravilloso por parecer más de uso local, aún se celebran varias danzas y rituales en el que fuera para los olmecas un punto astrológico especial donde se podía observar el tránsito de Venus.

 

 

Tingambato, Michoacán

Esta zona se descubrió apenas entre 1978 y 1979, cuando los arqueólogos Román Piña Chan y Kuniaki Ohi realizaron las excavaciones arqueológicas que hoy podemos visitar. En este sitio destacan plataformas donde se construyeron basamentos piramidales, juego de pelota, múltiples cuartos seguramente habitacionales y varias tumbas donde se hallaron ricas ofrendas.

 

 

Zaachila, Oaxaca

 

Distraídos por la antigua iglesia en ruinas, la gastronomía y la danza de la pluma, los visitantes casi siempre omiten el sitio arqueológico donde se encontraron tumbas, puertas al inframundo en las que fueron talladas diferentes imágenes, siendo el tecolote el más frecuente.