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¡Sácalos del horno! Utensilios prehispánicos que aún utilizamos en la cocina contemporánea.
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Hasta hace unos años los hornos en las casas servían como una extensión de las estanterías guarda trastes, ollas, charolas, moldes de pan y hasta metates. Todo tipo de utensilios que casi no se usan en casa y que son más antiguos de lo que crees ¡son prehispánicos!
Parte de nuestra herencia prehispánica legada en la gastronomía son los utensilios que las abuelas todavía usan y que muchos de nosotros no sabemos ni para qué son, ¡pero sirven! Y muy bien, son irremplazables.
Te contamos cuáles son los instrumentos de cocina más popular y porqué.
Comal
Este es quizá el que más se sigue usando, es más hasta los venden en el super, pero ya casi no se hacen los originales que eran de barro, redondos y de 50 cm aproximadamente. Los comalli hoy son de muchas formas, y siguen sirviendo para lo mismo.
Asar chiles, tostar granos, cocer tortillas y calentarlas que es el uso más frecuente que le damos, razón que hace al comal irremplazable, unas tortillas calentadas en microondas se ponen duras y no sirven ni para chilaquiles, sólo en el comal retoman su sabrosa vida.
Anafre
El antepasado de la estufa era hecho de barro, hoy es el cubo de metal que vemos por toda la CDMX calentando nuestros tamales y atoles. Todavía en de la década de los 80 era común cargar con el anafre en los grandes días de campo familiares ¿por qué se han dejado de usar tanto?
Las familias han resuelto ser más prácticas, las áreas verdes han instalado bases de concreto para parrilladas y la tecnología les permite a los practicantes del campismo cargar objetos más ligeros y pequeños, no obstante, el anafre es indispensable para la gastronomía callejera.
Sin los anafres los tamales se enfriarían y las señoras de las quesadillas no tendrían donde recargar sus comales; la gastronomía, por lo menos de la CDMX daría un giro importante sin ellos. En los últimos años se ha retomado su diseño para hacer versiones modernas para fondues o calentar guisados en las barras de buffet de hoteles y restaurantes de lujo ¡el anafre se adapta a cualquier tipo de barrio!
Molcajete
Aquí muchos pueden decir que el molcajete fue reemplazado por la licuadora, pero los conocedores saben con absoluta certeza que no. El molcaxitl es el mortero de los dioses, hecho de piedra volcánica fue diseñado para moler, no licuar.
¿Acaso no usamos el término “salsa molcajeteada”? Claro, el molcajete con ayuda del tejolote, la piedra con la que se trituran y restriegan los ingredientes, dan una textura especial a todo lo que se coloque dentro de él.
Su primo de madera es el chitecaxitl, que sirve para moler chiles y es mucho menos conocido. El molcajete es ideal para moler especias que de ninguna manera podríamos triturar en una licuadora. Una pimienta, un clavo y un comino bien molidos son el sabor de un buen guiso. Son tan bonitos que hasta ya se usan de plato en los restaurantes.
Metate
Con este entramos al terreno de lo que están por desaparecer. El metlatl también es elaborado de piedra volcánica, una plancha semi curva más alta que del otro por donde rueda el metlapil (un rodillo de piedra) para moler granos de gran tamaño como el maíz nixtamalizado.
Su función es la misma que la del molcajete, pero por su tamaño, el metete muele cantidades mayores como para hacer un mole. Con la venta de las pastas para hacer moles y el éxito de las tortillerías, el metate cayó en desuso ¡pero lo de hoy es hacer todo en casa! ¿Y si moliéramos ahí el café? Te dejamos un video para que veas cómo se usa.
Molinillo
De acuerdo con la región, el molinillo puede cambiar de forma, pero básicamente se trata de un utensilio de madera que se talla de una sola pieza, tiene dos o más aros, su finalidad es batir el chocolate para mezclarlo con el agua (o leche) y sacarle espuma.
El molinillo mide aproximadamente 35 cm. Su cabeza ahuecada deja pasar los ingredientes para mezclarlos, acción que claro, hace una licuadora pequeña o un abatidora de inmersión, ambas mucho más caras que un molinillo y que claro, restan sabor.
Utensilios prehispánicos
¿Dónde? En todo México, puedes conseguirlos en mercados, jarcerías y tianguis.
¿Cuándo? Todo el año
¿Cuánto? Los utensilios prehispánicos son muy económicos, su precio varía por el material y la calidad con la que son hechos. Los elaborados a mano suben de precio y siempre valdrán cada centavo.
Comal, $100 a $900
Anafre, $200 a $500
Molcajete, $50 a $600
Metate, $300 a $1,500
Molinillo, $40 a $150