Las hermosas Ruinas de Padilla y los últimos días de Agustín de Iturbide

Foto destacada: Turismo Tamaulipas

Las ruinas de esta ciudad están sepultadas por el agua dando una vista espectacular.

 

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En México existen varios pueblos, haciendas e iglesias sepultadas por agua. Algunos por efecto natural y otros provocados por el hombre, y en el municipio de Padilla, uno de los 43 de Tamaulipas, hay una presa que hizo estragos con la población que habitaba el lugar.

Dicho lugar suele llamarse Presa Vicente Guerrero o la Presa Las Adjuntas. Aunque hace un par de siglos el sitio fue conocido como Villa Padilla y se fundó por José de Escandón el 6 de enero de 1749. Fue conocida en la Colonia con el nombre de San Antonio de Padilla, en honor de doña María Padilla, esposa del Virrey Conde de Revillagigedo.

 

 

En este sitio se encuentra el paredón del héroe de Independencia, Agustín de Iturbide; que tras el derrocamiento del emperador y su exilio, el país de joven independencia le declaró como traidor a la patria en 1824; aunque el y su familia fueron declarados como una familia real.

A pesar de todo Iturbide se negó al exilio y regresó, en realidad desconocía la decisión oficial y ese mismo año fue fusilado en la entonces capital de Tamaulipas. En esa época era un escuela Miguel Hidalgo en Padilla Tamaulipas. Por muchos años el municipio de Padilla fue uno de los más simbólicos del estado.

 

 

 

Una presa llena de historia 

 

Siguiendo con el dato histórico, en 1970 se construyó la presa con el propósito de obtener y controlar el agua de los 3 ríos cercanos: el río Corona, Purificación y Pilón. El 27 de septiembre de 1971 se inauguró la Presa pero entre las consecuencias previstas debido a esta instalación, ya se sabía que el poblado de Padilla pasaría a quedar inhabitado. La población fue previamente trasladada a la Nueva Villa de Padilla.

 

 

En su época fue una gran construcción, ya que la presa Vicente Guerrero es la segunda más grande del estado, con una capacidad regular de 3 mil 910 millones de metros cúbicos de agua y en niveles extraordinarios hasta 5 mil 480 millones de metros cúbicos.

Pero en la sequía de este 2020, bajó el nivel a un 48 por ciento de su capacidad, según el último reporte de la Comisión Estatal de Agua de Tamaulipas, emitido el 21 de mayo, antes de las tormentas que cayeron en el estado.

 

 

La particularidad de la sequía es que deja ver los vestigios de la vieja ciudad y es así que el edificio de la antigua escuela Miguel Hidalgo y otras estructuras de la vieja Padilla se pueden ver como un espectáculo histórico en medio de la tragedia de Iturbide, por un lado pero también de un paisaje poco común.

Así fue que Padilla pasó a convertirse en un pueblo sumergido en el agua. Hoy en día sólo han quedado restos de pequeñas edificaciones y haciendas, que esperan a los viajeros más curiosos dispuestos a recorrer Padilla para rememorar su historia.

 

 

Desde hace unos años Padilla intenta desarrollar el proyecto turístico en torno a la presa, así que los pescadores ofrecen paseos en lancha para descubrir en detalle el deterioro que tiene como protagonista a este lugar. También se ha promovido la práctica de la pesca deportiva en la zona.

En las márgenes de la presa Vicente Guerrero, se pueden encontrar especies variadas como jabalí, venado cola blanca, liebre, conejo, gato montés, víbora de cascabel y coralillo, además de especies migratorias como anátidos y paloma ala blanca, por lo que recorrer Padilla también será un verdadero contacto con la naturaleza.

 

 

Recorrer las ruinas de la antigua capital de Tamaulipas resulta sorprendente. Apenas quedan rastros de lo que fueron las calles, ahora tapizadas de maleza. Apenas y se reconoce la iglesia que estuvo dedicada a San Antonio de Padua, y ni que decir de la escuela o el centro de la plaza principal.

 

 

Presa Vicente Guerrero

Dónde: Municipio de Padilla, Tamaulipas.

Cuando: todo el año

Entrada libre