Acanceh, la restauración de un yacimiento arqueológico del período clásico temprano

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Acanceh el “lamento del venado” es una construcción con una vista insólita en el país.

 

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Acanceh antiguo sitio arqueológico maya, y hoy en día un pueblo de Yucatán, que significa “gemido del venado” en el idioma maya yucateco. En esta población viven cerca de 12.000 habitantes siendo el idioma maya el idioma y cultura predominante mucho más hablado que el español.

Acanceh es parte del territorio de los chakanes antes de la conquista de Yucatán; una localidad que fue el centro de una población maya importante que durante la colonia estuvo bajo el régimen de las encomiendas y que para 1825, después de la independencia de Yucatán, Acanceh formó parte del Partido de la Sierra Baja, con cabecera en Mama.

 

 

Acanceh antiguo

 

Acanceh se fundó entre el 300 y el 500  por los itzáes en su primera migración a la península de Yucatán, después de la fundación de Bacalar, fundado Chichén Itzá e Izamal. Antes de la llegada de los españoles, la antigua ciudad maya cubría más de 4 kilómetros cuadrados y tenía alrededor de 400 edificios.

Hoy en día tres de los edificios principales han sido restaurados y están abiertos al público. La pirámide escalonada de tres niveles en Acanceh tiene 11 metros de altura y una de las capas antiguas de la pirámide ha sido descubierta, revelando varias máscaras talladas distintivas como parte de la decoración de la pirámide.

 

 

El “Palacio de los Estucos” tiene 50 metros de ancho, 6 metros de alto y contiene muchos frisos elaborados. El diseño de este edificio es muy complejo, con muchas habitaciones y tallas detalladas. La arquitectura de las estructuras de Acanceh muestra un Teotihuacano influencia, lo que llevó a algunos a creer que era una “colonia” de Teotihuacan.

Una de las peculiaridades de este sitio es que ciudad tiene una plaza con una pirámide maya a un lado una iglesia católica. Acanceh es único en su integración de la ciudad moderna y los restos de su pasado antiguo. Junto a la pirámide hay una tienda de abarrotes, una panadería, varios lotes e incluso un lugar de reunión de Alcohólicos Anónimos.

 

 

La plaza central está llena de actividad y la pirámide le da una vista especial. En Acanceh, más que en otros lugares, realmente se puede sentir el orgullo que sienten los lugareños por su maravillosa herencia maya.

La primera mención del sitio  la hizo la exploradora-fotógrafa francesa Desiré Charnay, quien habló de estructuras construidas con bloques finamente tallados, no muy diferentes a otras construcciones mayas de la zona. El primer trabajo arqueológico que se haya realizado en el sitio fue realizado el austriaco Teobert Maler, quien informó sobre un montículo de piedra suelta en la plaza principal de la ciudad, debajo del cual encontró restos de una cámara antes abovedada.

 

 

Maler también fotografió los inusuales y fascinantes relieves de estuco que dan nombre al Palacio de los Estucos, la segunda estructura principal de Acanceh. Para 1933, cuando el académico mexicano Miguel Ángel Fernández trabajó en el sitio, notó que la decoración reportada por Maler había desaparecido. Sin embargo, mediante el uso de lo que quedaba y las fotografías de Maler, pudo dibujar una reconstrucción del edificio antes de consolidarlo.

 

 

Con las fotografías se descubrió que era una ciudad similar a Petén, con pirámide radial cuadrada y escaleras orientadas hacia las cuatro direcciones cardinales. En fechas recientes se lleva a cabo el proyecto de Quintal, quién descubrió una gran parte del Palacio de los Estucos y encontró cuatro espectaculares máscaras gigantes de estuco en las fachadas este, oeste y norte del templo principal.

 

 

Dicho proyecto incluyó un relevamiento general de la antigua ciudad, que determinó la existencia de un mínimo de 160 estructuras repartidas en un área de más de dos kilómetros cuadrados. Hoy en día, un techo de acero cubre los estucos de la pirámide de arriba. Es posible subir al frente o dar la vuelta a la parte de atrás donde hay una escalera real hasta la cima. Se cree que este sitio fue utilizado como observatorio por sacerdotes antiguos ya que la estructura semicircular está alineada con el sol y Venus, un planeta de inmenso simbolismo para los mayas.

 

 

Zona arqueológica de Acanceh

Dónde: 21 kilómetros de Mérida, la capital de Yucatán.

Cuando: lunes a domingo de 08:00 a 17:00 horas.

Cuánto: $45 pesos