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Con estas razones te animarás a visitar Morelia: Patrimonio de la Humanidad.
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UNESCO es la abreviación internacional con la que se conoce a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, quien cuenta con el Programa Patrimonio de la Humanidad desde el año 1972 cuya finalidad es catalogar, preservar y dar a conocer sitios de trascendencia cultural o natural, como el inigualable Centro Histórico de Morelia.
Los representantes de 21 países integran el comité que elige sitios específicos para incluir en su lista, si es aceptada la propuesta que deben enviar estos lugares a través de diferentes organizaciones, el programa le proporciona fondos para su conservación. Las características que deben cumplir los solicitantes son distintas, en este caso Morelia logró su cometido en 1991 porque su Centro Histórico presenta tres características.
Hasta hoy México posee 48 sitios considerados Patrimonio de la Humanidad, de los cuales 34 de ellos son bienes culturales, 12 son bienes naturales y 2 son mixtos (culturales y naturales), colocándonos como el país latinoamericano con más más sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el sexto país a nivel mundial; Morelia es uno de ellos, no nos sorprendería que en algún momento la sede de conocidos festivales internacionales de música y cine, recibiera otros reconocimientos.
El hermoso centro histórico de Morelia fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1991. Su fascinante arquitectura, que cuenta con más de 1,000 monumentos y majestuosos edificios históricos con un gran valor artístico, es la responsable de esta designación.
El estilo arquitectónico de la ciudad de Morelia no se puede definir bajo un mismo tipo. Sus calles y edificaciones resguardan elementos renacentistas, barrocos, coloniales y neoclásicos, que se combinan con el gusto afrancesado de la época del Porfiriato, resultando en una encantadora diversidad arquitectónica. A todo esto, hay que agregarle el peculiar color rosado de sus construcciones, pues una gran mayoría de ellas están edificadas con cantera rosa, un material típico de la región.
Sin embargo, aunque a su arquitectura no se le puede nombrar con un estilo en particular, a la forma en la que se ornamentan los exteriores con elementos escultóricos y vegetales se le conoce como “barroco moreliano”, pues es un componente muy característico del centro histórico de Morelia.
Uno de los encantos más grandes que tiene Morelia, es que la ciudad que hoy podemos ver y pisar, es la misma en la que caminaron sus antiguos habitantes y colonizadores en el siglo XVI. Así que recorrer su centro histórico es sumergirse en la historia, cultura y esplendoroso pasado de la hermosa capital michoacana.
Aquí te dejamos 6 razonas que hacen de Morelia, Michoacán, un sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Planificación urbanística
Morelia fue edificándose en Guayangareo, territorio que los matlalzincas recibieron de los purépechas, hoy es una ciudad encantadora, muy limpia, con un centro histórico que se caracteriza por ser rosa y tener una excelente planificación urbanística evidente ante las perfectamente adaptadas calles a las laderas de la colina, razón por la que conservan su trazado original.
Galería arquitectónica
El Centro Histórico de Morelia es una inmensa galería que muestra el desarrollo artístico de la ciudad en 219 manzanas, 15 plazas y poco más de 1,100 monumentos en un modelo urbano que se diseñó en el siglo XVI, mismo que curiosamente no incluyó un zócalo como el resto de los desarrollos urbanos de la época, pero si calles y plazas construidos en una retícula irregular, la mayoría de ellas rematan con un monumento.
Edificios históricos
El Centro Histórico de Morelia es una combinación inusual de estilos, una muestra de eclecticismo medieval con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos que se asoman por fachadas, fuentes y edificios religiosos. El “barroco moreliano” se distingue por su tipo de ornamentación vegetal colocada en las molduras.
Otra importante característica de los edificios del Centro Histórico es la eliminación de las columnas o los apoyos verticales en las esquinas, de las aristas, líneas y elementos constructivos verticales que hacen de Morelia una ciudad de calles fluidas. Los edificios que mejor muestran estos aspectos tan especiales son el Acueducto de Morelia, el Palacio de Clavijero y la Catedral de Morelia.
Acueducto de Morelia
El Acueducto de Morelia fue levantado durante la segunda mitad del siglo XVIII con el fin llevar agua a la ciudad cada vez más poblada, sus 1700 metros con 253 arcos que alcanzan hasta 8 metros de altura, fueron construidos por mano de obra indígena. Hoy centro cultural, el Palacio de Clavijero fue construido por los Jesuitas en el año de 1660, su nombre homenajea al maestro Francisco Javier Clavijero.
Catedral Moreliana
La Catedral de Morelia es la joya más valiosa del Centro Histórico, fue construida del siglo XVI hasta el siglo XVIII en estilo barroco con una belleza inusitada por haberse utilizado cantera rosa que no opaca las maravillas que guarda, un órgano monumental de 4600 flautas, un manifestador barroco labrado en plata, la pila bautismal en estilo neoclásico del siglo XVIII y la imagen del señor de la Sacristía creado con pasta de caña de maíz que data del siglo XVI.
Además de los anteriores la Calzada de Guadalupe y el Antiguo Colegio de San Nicolás son ejemplos imperdibles de los muchos edificios que se deben visitar en la capital Michoacana.
Escenario de la historia de México
El 18 de mayo de 1541 el Virrey Don Antonio de Mendoza fundó la Nueva Ciudad de Michoacán que en 1578 se llamó Valladolid para volver a cambiar de nombre después de la Independencia para honrar a José María Morelos y Pavón, es así como desde 1828 se llama Morelia por ser el héroe nacional oriundo de aquella tierra.
La cuna ideológica del movimiento de independencia también tuvo entre sus habitantes a notables personajes de la historia nacional, Agustín de Iturbide, Miguel Hidalgo y Costilla, el botánico y estadista Juan José Martínez de Lejarza, Mariano Michelana, uno de los precursores del movimiento de independencia y Melchor Ocampo, principal inspirador de las Leyes de Reforma en 1857.