Foto destacada: Omar Balbuena y Karina @miss.pueblosmagicos
Descubre Zimapán visitando estos cinco atractivos ecoturísticos en Hidalgo.
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La Sierra Gorda es sede de un pueblo minero que se transformó en un destino para los deportes extremos y las actividades al aire libre, Zimapán, el municipio más grande de Hidalgo, es “él lugar” para senderistas, explotadores que buscan experiencias en la naturaleza que no desgasten sus bolsillos. Pesca, ciclismo, vuelo en parapente, muchas son las opciones y un cachito de México con varias maravillas naturales, nosotros te presentamos cinco de ellas.
Historia de Zimapán
El nombre de municipio hidalguense proviene de los términos nahuas cimatl, cimate y pan, sobre; el cimate es una raíz que se usaba para fermentar el pulque, es decir, el nombre de Zimapán hace referencia a sus orígenes gastronómicos otomíes y quinamíes, quienes vieron llegar a los españoles en el año 1522 quienes introdujeron la Z en el nombre de la antigua ciudad.
Aunque fueron franciscanos y agustinos llegaron a evangelizar la región, fueron los últimos quienes construyeron la primera iglesia en el siglo XVIII, a partir de la colonización Zimapán ha sido escenario de acontecimientos relacionados a la Independencia y la Revolución, pero destacaremos otro suceso que casi no se conoce: es el único lugar del mundo donde hay vanadio.
El vanadio es un mineral blanco y brillante, blando y dúctil que se utiliza en la industria metalúrgica para, por ejemplo, estabilizar el acero. Es el elemento número 23 de la tabla periódica de los elementos, descubierto en 1801 por Andrés Manuel del Río, científico y naturalista hispano mexicano que estudió el subsuelo de la mina La Purísima.
Las 5 maravillas de Zimapán
La presencia del vanadio no es la única maravilla de Zimapán, la población que desde 2018 pertenece al programa de Pueblos Mágicos, posee el spa de 5 estrellas reconocido como el mejor de Latinoamérica y mejor aún, presume de escenarios naturales con tres tipos de climas, semiseco templado, subhúmedo y semicálido.
Zimapán es un pueblo al que hay que volver varias veces, un fin de semana no alcanza para disfrutarlo, primero vas a querer recorrer sus calles y su pequeño centro donde reina la Parroquia de San Juan Bautista construida en cantera, pero después hay que visitar sus maravillas naturales, nosotros te contamos sobre 5 de ellas.
Cañón del Infiernillo, Presa Fernando Hiriart
Justo en el límite entre Hidalgo y Querétaro se encuentra la Presa Fernando Hiriart, construida en 1995 para, principalmente, proveer de electricidad. A las orillas de la presa se encuentran restaurantes de mariscos y comida regional, las cabañas que también hay en las inmediaciones pueden rentarse.
La popularidad de la Presa Fernando Hiriart la convirtió en sitio de pesca deportiva, tilapias, lobinas, bagres y mojarras abundan en el Instagram de muchos de los aficionados que visitan la presa y también sus cañones, Las Brujas, Epazote y el Infiernillo, el más impresionante de los tres, sus paredes de 400 metros altura son el canal natural del río Moctezuma, no hay cámara que pueda captar lo impresionante que es este lugar.
Parque Nacional Los Mármoles, Cerro de Cangandhó y Barranca de San Vicente
Jaguares, pumas, ocelotes, yaguarundíes, correcaminos, aguilillas, víboras de cascabel, pero también sabinos, juníperos, encinos, enebros, tepozanes, orquídeas y helechos son los habitantes del Parque Nacional Los Mármoles, decretado como tal en 1936 por el presidente Lázaro Cárdenas y donde tendrás que hacer al menos tres paradas.
Una de ellas es en la Barranca de San Vicente, 800 metros de profundidad y hasta 3 mil metros de altura en algunos de sus puntos más elevados desde donde la vista se pierde en el horizonte; la otra es el Cerro de Cangandhó, conocido localmente como “piedra imán” por que en su cima hay una roca que atrae objetos metálicos, el cerro verde se viste blanco en inverno y de nubes grises cuando la neblina baja.
La tercera parada es en La Encarnación, una antigua villa minera muy inglesa a la cual se llega por vía ferrata, ahí encontrarás los rastros de la fundidora de hierro, donde cuentan, se fundieron algunas piezas de la Torre Eiffel. Un clásico del lugar es el vino de manzana, no lo dejes pasar, es un excelente souvenir.
El Vigilante
La erosión creó de manera natural lo que parece un inmenso rostro sobre un monolito de 15 metros llamado El Vigilante, el titán que por un lado muestra su cara serena y por el otro haciendo una mueca macabra, como advirtiendo lo que le pasa a los que cuidan o maltratan la sierra hidalguense.
El Vigilante toma su nombre porque desde su ubicación se pueden admirar La Presa Fernando Hiriart y su Infiernillo, también la verde sierra hidalguense que corresponde a la comunidad El Llano Segundo, a las orillas de la presa de Zimapán, donde es casi obligatorio pasar a visitar al antiguo “guardaboques”.
Grutas Xajhá
En el kilómetro 19 de la carretera a San Antonio Xajhá se encuentran las Grutas Xajhá una maravilla natural que integra agua y extravagantes formaciones rocosas que se encuentran escondidas entre cañones, razón por la que aquí sólo puedes acceder con ayuda de la comunidad aledaña quien dispuso de un parador al que puedes llegar para solicitar un guía o ya bien, rentar palapas y hasta vehículos todoterreno.
El recorrido puede ser a pie o en lancha, sin importar cual elijas, la recomendación es llevar el traje de baño puesto debajo de ropa cómoda y zapatos que puedas mojar, porque además de la tirolesa hay también un recorrido para visitar una cascada, diversiones que no opacan la experiencia de las grutas donde puedes disfrutar de sus aguas termales que llegan hasta los 40° c.
El Saucillo
El Saucillo es un parque ecológico que los locales rescataron para conservar los tesoros de la región, un jardín de cactáceas donde se aprende de conservación y uso de estas plantas es sólo el inicio del recorrido que continúa en un museo de sitio en el que se resguardan restos arqueológicos otomíes y la réplica una momia con cabellos negros cuyo original aún es estudiado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia para determinar su antigüedad y cualquier otro dato.
Además del área de acampar, en El Saucillo también puede practicarse rappel y observación de estrellas, la oscuridad de sus noches es propicia para llevar telescopio o ya bien observarlas a simple vista, un momento romántico que debes retamar en la Piedra del amor eterno, una roca con forma de corazón.
Y así podríamos continuar con otras maravillas que sólo vas a encontrar en Zimapán, Las Angosturas, el Cañón de San Cristóbal, Caracol del Carrizal, la Casa de Moneda, Cerro del Dashí, el Exconvento Misión Tolimán, los murales monumentales y las ruinas de la fundidora; y ni hablar de la comida, la clásica barbacoa, los escamoles, el pulque fresco, los pastes; ¡te hará falta tiempo!
Zimapán, Hidalgo
¿Dónde? Zimapán se ubica en el kilómetro 202 de la carretera México-Laredo, a tres horas de distancia de la Ciudad de México y a dos horas de Pachuca.
¿Cuándo? Todo el año
¿Cuánto? Hoteles, cabañas y sitios para acampar varían sus precios de acuerdo con la temporada del año.