Foto destacada: Sol de Cuernavaca
Los casinos en México tuvieron un éxito inmediato debido a las apuestas, al azar y el alcohol.
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No existe un registro que precise el momento en que iniciaran los juegos de azar y las apuestas en nuestro país; lo que sí se sabe es que las cartas llegaron con los españoles y que el dinero ya corría en las peleas de gallos. Pero esto es sólo el antecedente de los casinos, esos lugares donde se sabe, también, que el “juego de manos es de villanos” pero se convierte en diversión elegante.
El mundo de las apuestas es antiguo, ya en el año 1770 en nuestro país se jugaba lotería siendo legal y regulado el uso del dinero, pero como alrededor de las apuestas y los juegos ha estado cerca el alcohol y otros entretenimientos relacionados con los pecados capitales, en muchos momentos de la historia han sido prohibidos los juegos de azar y las apuestas.
Las apuestas y juegos de azar
Se dice que las apuestas ya existían en los juegos de pelota y que los soldados españoles pasaban el tiempo con sus barajas, pero como decíamos no hay evidencia alguna, con excepción de la primera pelea de gallos que se celebró el sábado de Gloria del año 1519 en San Juan de Ulúa, Veracruz.
Otra pista en la historia de los casinos mexicanos es la primera imprenta de naipes en la Nueva España que empezó a imprimir en 1583, en adelante no se sabe mucho hasta 1770 cuando se habilita la Real Lotería General de la Nueva España, las reglas fueron publicadas en una orden real el 19 de septiembre, de ahí se desprendería otra modalidad de juego, los sorteos, celebrando el primero el 13 de mayo de 1771.
Los casinos del siglo XX
Las autoridades eclesiásticas reclamaron y presionaron a las autoridades para prohibir las apuestas y los juegos de cartas, en un ir y venir de acuerdos y prohibiciones, fue hasta el año 1907, durante el gobierno de Díaz, que se decretó la autorización de los juegos de azar como negocio de atracción turística. En 1930 el presidente Pascual Ortiz Rubio facultó a la Secretaría de Gobernación como la responsable de autorizar o cerrar las concesiones relativas al juego.
Con apoyo de la inversión nacional y extranjera aparecieron los primeros lugares donde se podía ir a jugar cartas y otros juegos al calor de las apuestas y los tragos servidos en vasos elegantes, rodeados de los mejores tapices y obnubilados por el humo de los mejores habanos, a estos lugares se les llamaba casinos.
Los primeros en aparecer fueron Casino de La Selva en Cuernavaca, El Foreign Club en la Ciudad de México, Agua Caliente en Tijuana, el Riviera del Pacífico en Ensenada y el Rosarito Beach cerca de Tijuana. Ocho años después se expidió el Reglamento de Juegos para el Distrito Federal y Territorios Federales, días después el presidente Lázaro Cárdenas modificó el decreto porfirista prohibiendo los juegos de apuestas por considerarlos nocivos pata la sociedad.
El presidente Miguel Alemán Valdés expidió, el 31 de diciembre de 1947, la Ley Federal de Juegos y Sorteos que es la regía a los casinos y que facultaba a la Secretaría de Gobernación la autorización, reglamentación, control y vigilancia de los juegos, apuestas, rifas y sorteos. Por cierto, en 1955 se entregó el primer permiso en México para el juego con apuesta a la empresa Espectáculos Deportivos Frontón México.
Los casinos del siglo XXI
Los casinos, como centros de entretenimiento alrededor de las apuestas por azar siempre han generado controversias, problemas por lavado de dinero y otras actividades ilícitas, razón por la que en el año 2004 se cambiaron algunos puntos de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, pero la finalidad fue, atraer inversores y darle más control al estado sobre los casinos.
Luego, en el año 2013, la Ley Federal de Juegos y Sorteos tuvo que ser modificada nuevamente para dar cabida a las nuevas tecnologías y los nuevos espacios de apuesta que llegaron con ella, y no sólo eso ha cambiado, en 2017 la Asociación Deportiva Nacional de Póker logró que se reconociera el juego de cartas como un deporte mental.