Curiosidades de la Kermés, la fiesta nostálgica que todos gozamos

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La kermés es un ritual, un asunto de vida para convivir y de júbilo para recordar.  

 

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Todo mexicano ha estado presente en una kermés, esos eventos que representan perfectamente a nuestro país: juegos, comida, mucho color, bromas, rifas, convivencia y música, casi siempre a favor de una beneficencia. Ya sea para pintar la escuela, cambiar las bancas de la iglesia del barrio o nada más por que hace falta convivir, sólo los mexicanos podíamos crear la única fiesta que se puede celebrar cualquier día del año: la kermés.

 

 

Origen de la palabra kermés

 

 

La palabra kermés proviene del francés kermesse que a la vez proviene del neerlandés kerkcmisse, palabra compuesta de los términos kerkc, iglesia y misse, misa; al español pasó con esa bella letra K pero también se puede escribir quermés. Pues bien, por su origen, la palabra kermés designa a las verbenas de carácter benéfico, por tratarse de una verbena, este tipo de fiestas se organizaban de noche para obtener recursos a favor de un templo religioso cristiano o de alguna institución como orfanatos y hospitales.

 

 

La kermés mexicana

 

 

La palabra y la fiesta se utilizaban sobre todo en Francia y Bélgica, pero para el siglo XIX ya se utilizaba por toda Europa también para referirse a todo tipo de fiesta religiosa. Pero en su sentido primigenio en México ha permanecido desde el periodo de la colonia, cuando los sacerdotes hacían este tipo de fiestas para atraer a la gente.

Hay quienes dicen que el concepto de la kermés llegó a México hasta el siglo XIX. Lo que es seguro es que las kermeses son más de uso popular, lo cual no excluye que se celebren hasta en colegios de alto rango económico; eso sí, todo el sabor y la fiesta vienen del barrio y por eso hoy en día la kermés siguen celebrándose al aire libre, de día o de noche, con o sin juegos mecánicos y ya muchas veces son tener que ser necesariamente a favor de alguna situación que requiere beneficencia.

 

 

Es verdad que, sobre todo las escuelas, se sigan organizando kermeses para reunir fondos; pero la verdad es que a veces es más el pretexto de reunir fondos que la felicidad que nos provoca la reunión; con el paso de los años las kermeses ya más se han convertido en fiestas para celebrar a algún santo, el aniversario de un colegio o un simple y bonito pretexto para obligar la convivencia y la participación. Pero que no te engañen, las kermeses tienes características específicas que las distinguen de cualquier celebración y son las siguientes.

 

 

La beneficencia

 

 

Definitivamente son para reunir fondos o promover la convivencia, por eso en la kermés todos cooperan vendiendo comida, bebidas, poniendo las bocinas para la disco, la tarja para el juego de pesca o las canicas ¡Ah! Pero nadie cobra directamente, ni que fuera feria; lo primero que hay que hacer al entrar a una kermés es intercambiar en una taquilla el dinero real por vales, billetes de juguetes o inventados, como aquellos que se usan en el juego de mesa Turista.

 

La comida

 

 

Si no hay comida, no es kermés. Sobre todo, antojitos mexicanos, pero en la fila de puestos de comida puedes encontrar todo tipo de postres, pero también alitas, papas a la francesa, los cada día más famosos salchipulpos y salchipapas. Todavía en la década de los noventa era un clásico de kermés tomar refresco en bolsa, pero ahora se usan vasos que contaminan mucho, quizá deberíamos poner de moda llevar nuestros propios envases.

 

Los juegos

 

 

Los juegos de kermés prácticamente son los mismos que los de las ferias, como el juego de pesca, los aros, las canicas; pero hay otros que se suman a estos clásicos, se trata de La Cárcel y El Registro Civil.

Como la kermés tomó su fuerte en las escuelas o barrios populares, donde las historias y los chismes de amor sobran, el Registro Civil tomó mucha relevancia; es el evento esperado de la fiesta porque ahí los novios son llevados casi a la fuerza o es donde se confirman en acto las cartitas de un amor misterioso. Los corazones rotos sólo son sanados con el punto anterior o el que sigue. Y la Cárcel, ese lugar donde se encierra a los latosos o a la pareja en turno de un incauto a quien van a casar a la fuerza.

 

Los huevitos de colores

 

 

Los típicos huevitos de feria, esos rellenos de confeti o harina y sellados con papel china de colores se convertían en las armas perfectas para desquitar el corazón roto, el injusto encarcelamiento y la frustración que causaba perder en cada uno de los juegos. En la kermés escolar, los huevitos son de cooperación, cada salón aporta una cantidad determinada por la colaboración de cada alumno, y la verdad es que siempre hacían falta más porque son el pretexto perfecto para reventarle la cabeza a alguien te cae mal.

 

La disco

 

 

En la kermés siempre hay un salón de clases, o una calle cerrada que se convierte en el sitio para mostrar los mejores pasos, en donde es posible destacarte en los pasos para pasar una buena noche. Hace algunos años no había más que grabar un casete y esperar que alguien llevara una grabadora, hoy se necesita una bocina y un teléfono o computadora con una buena playlist, ya no falta quien se ofrezca de dj y el maestro chaperón que no deja que el perreo se ponga intenso.

 

La rifa

 

 

Originalmente la rifa de la kermés consistía en que algunas personas donaran objetos para rifar, es así como a nuestras casas llegaron peluches mal habidos de farmacia, bisutería de plástico, una vajilla transparente o un juego de cuchillos que no cortan ni aguacate. Bueno, a veces se ponía bueno si el presupuesto daba para el gran premio, un microondas o una tele. Ahora se estila más entregar el presupuesto a alguien que vaya a comprar “buenas baratijas chinas” al centro de la CDMX.