Alberto Gironella, uno de los máximos exponentes de La Ruptura

Foto destacada: Omr. Art

Alberto Gironella es uno de los artistas que rompen con la tradición del muralismo mexicano.

 

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La Ruptura fue una generación artística que fue bautizada así en 1988 por presentar obras que precisamente, rompían con la tradición muralista que hasta esos días continuaba de alguna manera reglamentando el mundo del arte mexicano, específicamente, la pintura moderna que había nacido en los pinceles de los muralistas.

La figura que dio paso a la nueva generación artistas que buscaban la universalidad de la pintura, fue Tamayo por ser de los primeros en abandonar las técnicas y temáticas postrevolucionarias para tomar total libertad creativa explorando con colores y figuras antes de formar parte de cualquier discurso político.

 

 

La colaboración de Tamayo durante la inauguración de la Galería Proteo en 1954 definió el nacimiento de la Generación de La Ruptura que luchó contra la Escuela Mexicana de Pintura y buscaron nuevos espacios que abrieran sus puertas a los jóvenes creativos que no deseaban estar a la sombra de los artistas consagrados.

Contando con escazas galerías y espacios alternativos que los recibieran, en 1954 Alberto Gironella creó la Galería Proteo donde los pintores con nuevas propuestas encontraron un importante espacio de exposición, difusión y crecimiento; Goeritz, Echeverría, Vlady, Rojo y el mismo Gironella fueron los primeros en presentarse.

 

 

¿Quién fue el gran Alberto Gironella?

 

 

Alberto Gironella nació en el otrora Distrito Federal el primer día de septiembre del año 1929. Abandonó sus estudios en letras españolas para dedicarse a las artes plásticas, no sin antes haber fundado con Luis Rius y Arturo Souto la revista Clavileño y después la revista Segrel, ambas literarias.

Su paso por la literatura no hizo más que influenciar su obra plástica, Gómez de la Serna y Ramón María del Valle Inclán serían sus grandes influencias; la filosofía de Nietzsche y Pedro Páramo de Rulfo aparecen en su obra, fue amigo de Octavio Paz y Alejandro Jodorowsky, es decir, aunque dejó la facultad de la UNAM, la literatura siempre estuvo presente en su vida.

 

 

La pintura de Gironella

 

La obra de Gironella tiene una fecha formal de inicio, 1952, cuando pintó su primer cuadro inspirado en la obra La condesa de Uta y además tuvo su primera exposición como parte del gran grupo de jóvenes que mostraban las nuevas propuestas del arte de sus días bajo un discurso que deseaba alejarse del tan político muralismo.

Los temas que más se muestran en la obra de Alberto Gironella son la muerte, la putrefacción de la materia y el transcurrir del tiempo; podemos ver en su obra imágenes con fuerte carga simbólica que nos llevan de lo terrorífico y desgarrador, al humor y la ironía de la existencia a través de personajes deformados que a remiten tanto a la vida como a la muerte; muchos de sus primeros personajes se inspiraron en Tiburcio Esquirla, el protagonista de su novela sin publicar.

 

 

Tomando como directriz de su obra los estados de la mente, ya desde los años cincuenta presentaba una obra libre, alejada de sus antecesores, más cercana a las tendencias contemporáneas, como el informalismo. Más adelante su obra tomó objetos para crear también dimensiones alternas a su obra irónica y humorística.

Gironella realizó homenajes a muchos de sus amigos y personalidades del arte, utilizó latas de alimentos, botellas, etiquetas de licor y cajas de madera; fotografías, obras de otros autores y frases unidos por medio de trazos desordenados donde la presencia del arte plástico y la literatura fueron su eje constante.

 

 

La obra de Alberto Gironella fue reconocida en el libro Le surrealisme et la peinture del poeta fundador del surrealismo, André Bretón a quien conoció en París junto a Breton, Joyce Mansour, Fernando Arrabal y Pierre Alechinsky; también realizó la escenografía para La Ópera del Orden, de Alejandro Jodorovsky y produjo una serie de litografías para el libro de Carlos Fuentes “Terra Nostra

Japón, París, Brasil, Argentina, Italia, Madrid, Nueva York, Belgrado, son algunas de las muchas ciudades que conocen de cerca la obra del escritor y pintor que dio a conocer La Ruptura al mundo que lo vio descansar para siempre el 2 de agosto de 1999, sus restos descansan en una pared de adobe en el jardín de su casa de Valle de Bravo.

 

 

Sus obras más destacadas son Reina Mariana, Entierro de Zapata y Metamorfosis de una reina I, II, III; por éstas y el resto de su obra en 1960 recibió el premio de la Bienal de Pintura Joven en París, obtuvo la beca Guggenheim en 1968 y recibió el Primer Premio en la VI Bienal de Sao Paulo y la Beca de la Fundación Cultural Televisa.