Cinefotógrafo Gabriel Figueroa.
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El cinefotógrafo mexicano Gabriel Figueroa nace en la ciudad de México en 1907. Realizó sus estudios en la Academia de San Carlos y en el Conservatorio Nacional de Música, pero no los concluyó. En el cine debutó en 1932, tomando fotografías fijas de la cinta Revolución (La sombra de Pancho Villa) del director Miguel Contreras Torres.
Su experiencia con el manejo de la luz sería la característica de sus trabajos. Parte de su trabajo lo inició como iluminador en El Escándalo y El primo Basilio, del director Chano Urueta; y cuando conoció a Alex Philips en el estudio del director Ignacio Martínez Solares, comenzó a trabajar en la iluminación de películas como La mujer del puerto.
En 1935 recibió una beca para ir a Hollywood, donde se convirtió en uno de los discípulos de Gregg Toland, fotógrafo de El ciudadano Kane de Orson Wells, quien sería siempre considerado por Figueroa como su maestro. De Toland aprendió la manipulación de la luz, la óptica, la composición y el manejo de la profundidad de campo. Toland también recibió una gran influencia del expresionismo alemán de 1919 y de Sergei Einsenstein.
A su regreso en 1936, tuvo su primera oportunidad ante una cámara de cine con Allá en el rancho grande, considerada como el primer éxito internacional, comienzo de la época de oro del cine mexicano y base para la industria cinematográfica del país. Con ella Figueroa ganó el premio por Mejor Fotografía en el Festival de Venecia en 1938.
A inicios de los años cuarenta fundó, junto con un grupo de artistas, la compañía Films Mundiales. En dicho período realizó más de 50 películas con los principales directores de la época tales como Fernando de Fuentes, Alejandro Galindo, Julio Bracho y Miguel M. Delgado, entre otros.
En 1943 trabajó en Flor silvestre bajo la dirección de Emilio “El Indio” Fernández, lo que fue el inicio de una colaboración que produciría más de veinte películas y que contó con la participación de destacados escritores y actores de la época como Mauricio Magdaleno, Dolores del Río y Pedro Armendariz.
Entre las cintas más destacadas que realizaron se encuentran: María Candelaria, La Perla, Enamorada, Río Escondido, Maclovia, Salón México y La rosa blanca. Se afirma que su estilo personal está estrechamente vinculado, estética y temáticamente, a la obra de maestros de la pintura mexicana como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Dr. Atl (Gerardo Murillo), de quienes fue amigo y discípulo.