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Los gitanos que habitan en México son comunidades que prefieren vivir en un despliegue de ostracismo social.
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La presencia de los gitanos en México va mucho allá de aquel famoso billete, de novelas o películas, es un pueblo que se ha extendido por el mundo y que en México ha pasado casi desapercibido o presa de un cliché que comienza con el nombre con el que nos referimos a ellos, rom, ludar y calé son los grupos o familias de los romanís o húngaros que hoy habitan en muchos estados de nuestro país.
Así como otros grupos o pueblos, los que conocemos como gitanos llegaron a nuestro país en diferentes momentos, en oleadas migratorias que provenían de Francia, Grecia, Hungría, Polonia, Rusia, los Balcanes y Rumania principalmente; dependiendo de su procedencia es el nombre que utilizan para auto nominarse.
¿Cuándo llegaron a México?
Los rom y los ludar se consideran familia, provienen principalmente de Rumania, Polonia y los Balcanes, los cualés llegaron de España; los tres grupos arribaron sobre todo en el siglo XIX; al parecer fue en 1890 cuando llegaron los primeros rom y ludar a Veracruz y el sudeste de la CDMX. Después, a causa de los desastres que dejó en sus tierras la Primera Guerra Mundial, otro grupo de romaníes llegaron a México.
Para los años treinta del siglo XX los gitanos eran conocidos como un grupo de personas que de dedicaba a conductas delictivas, razón por la que en 1931 la ley de inmigración se reformó para dificultar su entrada y prohibir su asentamiento en nuestro país, sin embargo, todavía en la década de los sesenta, México recibió una gran diáspora desde España que trajo grandes circos y carpas donde artistas como Antonio Aguilar y Flor Silvestre se dieran a conocer.
Gitanos mexicanos, costumbres y tradición
Pese a que algunas familias aún son nómadas, la mayoría de los gitanos se concentran en pequeñas colonias asentadas en Veracruz, Puebla, Guadalajara, Monterrey, San Luis Potosí y la CDMX; desde que llegaron a nuestro país los romaníes trajeron consigo diversas tradiciones y labores que los grupos más tradicionales conservan, el resto ha integrado sus saberes a la cultura que les dio hogar.
El comercio de telas, el trabajo de la piel, la danza y el cine han sido las principales actividades que han desarrollado en nuestro país, por cierto, en lo que refiere al cine resulta interesante saber que su labor al respecto consistió en llevar cinematógrafos a rincones lejanos; pasarían algunos años antes de que su figura saltara a las pantallas retratando clichés culturales, pero también existirían trabajos como el del fotógrafo Lorenzo Armendáriz.
Pablo Luvinoff, conocido como el gran patriarca de los gitanos, fue el dirigente de la Iglesia Cristiana Gitana de México, asesoró personalmente los guiones de dos telenovelas, Yesenia y Gitanas, en sus diferentes versiones, por ejemplo, como Amor gitano, fueron trasmitidas en 1970, 1987 y 1999 respectivamente.
Lo que fuera una moda televisiva pasó al olvido casi hasta en las calles donde casi no se les conoce, sólo en la zona sur de la CDMX se les conoce y casi como un mito urbano por tratarse de una comunidad muy cerrada, los gom, como se denominan, tienen alrededor de cuarenta años habitando en la ciudad dedicándose principalmente al manejo de maquinaria pesada y a la compraventa de autos, con cuidado de dar a conocer su identidad por temor a represiones.
La discriminación contra las familias romaníes es tan frecuente que no extraña su ostracismo, mismo que con los años ha ido desapareciendo gracias a la labor y el interés de artistas y escritores que se han dado a la tarea de rastrearlos para escribir su historia en nuestro país en el que hasta el año 2000 sumaban 315 mil 850 personas, de acuerdo con las cifras del INEGI.