Las Yácatas, una zona arqueológica purépecha y museo en Tzintzuntzan

Foto destacada: Diego Villalón

La Cultura Purépecha es un gran misterio en cuento a lengua, arquitectura y tradiciones.

 

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Tzintzuntzan fue el centro ceremonial del estado tarasco. Este nombre proviene de la palabra purépecha Ts’intsuntsani , que significa “lugar de colibríes”. Después de Pátzcuaro, el Imperio Purépecha consolidó su poder en Tzintzuntzan a mediados del siglo XV. El imperio continuó creciendo y resistiendo los ataques del vecino Imperio Azteca, hasta la llegada de los españoles.

Para no sufrir la destrucción que sufrió Tenochtitlán, el emperador se rindió a los españoles; aunque con el tiempo gran parte del sitio y sus cinco pirámides redondeadas distintas llamadas yácatas fueron destruidas, y la ciudad casi abandonada.

 

 

Por esta  razón, la excavación de este sitio comenzó hasta 1930. Su construcción más grande son las yácatas que se alinean mirando hacia el lago de Pátzcuaro, en una gran plataforma artificial excavada en el cerro Yahuarato. Este centro ceremonial contiene una gran plaza y varios edificios conocidos por albergar sacerdotes y nobleza. Este centro ceremonial se llamaba Taríaran o “Casa del Viento”, fue una fortificación defensiva así como un centro religioso.

En este centro ceremonial, el rey, o “cazonci”, actuaba como representante del dios principal Curicaueri. Aquí se realizó un gran número de sacrificios humanos, generalmente de prisioneros de guerra. Se creía que estos prisioneros sacrificados eran mensajeros de los dioses y eran venerados como tales.

 

 

Tzintzuntzan tiene la más grande de las estructuras monumentales del reino purépecha. La Gran Plataforma es una superficie de 450 m por 250 m; que a diferencia de las pirámides aztecas o mayas están redondeadas, no cuadradas. Y ya que Tzintzuntzan fue organizado por distintos vecindarios, lo más probable es que su mercado se reuniera a diario y tuviera productos locales e importados, sin embargo, no se ha determinado su ubicación.

 

Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Tzintzuntzan

 

 

Otro detalle de interés es el Museo de Sitio. Inaugurado en 1992, el propósito básico de este museo fue exhibir elementos religiosos, decorativos y utilitarios. Hoy en día, incluso hay gráficos que relatan la historia de los gobernadores del imperio, así como un mapa del Michoacán moderno que indica las ubicaciones en donde se originaron los objetos mostrados.

Hasta hace poco tiempo los arqueólogos, antropólogos e historiadores tenían poco interés por el sitio, ya que las ciudades no estaban fortificadas de manera significativa, pero las investigaciones recientes han revelado que los antiguos purépechas tenían un vasto imperio, solo superado en territorio por los aztecas y una cultura compleja que, en muchos sentidos, era diferente a cualquier otra en Mesoamérica.

 

 

El sitio alberga el Festival Cultural de Fin de Año en el que las comunidades indígenas alrededor del lago de Pátzcuaro demuestran su cultura a través del canto y la danza. Algunas de danzas tradicionales que se llevan a cabo incluyen la Danza del Pescado, Danza de los Moros, Danza de los Tumbies y Pescador Navegante. Por la noche, hay juegos de pelota purépecha (uárukua) en los que se prende fuego a la pelota y se emplean palos similares a los que se usan en el hockey.

 

 

Asimismo, Tzintzuntzan es uno de los pocos lugares en México donde el catolicismo no es la única religión importante, que se ha mantenido dominante desde que los indígenas abandonaron el área. Los evangélicos y otras denominaciones protestantes han logrado numerosos conversos en los últimos cincuenta años.

La iglesia más conocida que aún se conserva en Tzintzuntzan es el Monasterio de San Francisco; sus dos capillas abiertas atraen a turistas interesados ​​en la historia religiosa del país.

 

 

Zona Arqueológica y Museo en Tzintzuntzan

Dónde: Av. Las Yácatas s/n, Centro, Tzintzuntzan, Michoacán, México.

Cuando: martes a domingo de 9:00 a 17:99 horas.

Cuánto: $75

Exentos de pago: estudiantes y profesores con credencial vigente; personas con discapacidades, pasantes e investigadores del INAH, niños y niñas menores de 13 años, adultos mayores de 60 años, jubilados y pensionados

Domingos entrada libre para nacionales y extranjeros residentes en México (con identificación vigente, IFE o FM correspondiente)