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Lupe Vélez fue una de las primeras actrices latinoamericanas de éxito en Hollywood.
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María Guadalupe Villalobos Vélez, aka Lupe Vélez fue una de las grandes estrellas del vodevil en México, siendo sus admiradores José Gorostiza y Renato Leduc. Además, fue actriz, bailarina y cantante mexicana en varias películas de Hollywood. Comenzó su carrera en revistas mexicanas a principios de 1920, pero su canto y provocativo baile fueron un éxito y pronto se consolidó como una de las principales estrellas.
Sus rivales más acérrimas fueron las vedettes mexicanas Celia Padilla, Celia Montalván y Delia Magaña; siendo llamada “La Niña Lupe” por su forma de ser.
En 1926, Frank A. Woodyard, la recomendó al director de escena Richard Bennett quien estaba buscando una actriz para interpretar a una cantante de cantina mexicana. Le envió un telegrama invitándola a Los Ángeles pero al llegar descubrió que había sido reemplazada por otra actriz.
En Los Ángeles conoció a la comediante Fanny Brice quien promovió la carrera de Vélez como bailarina recomendándola con productores como Flo Ziegfeld, hasta que recibió una llamada del productor de Metro-Goldwyn-Mayer, Harry Rapf , quien le ofreció una prueba de pantalla haciendo su primera aparición cinematográfica en un cortometraje en 1927. A fines de la década, actuaba en largometrajes mudos y había progresado a papeles protagónicos en The Gaucho, Lady of los Pavimentos y Wolf Song, entre otros.
Fue una Méxicano triunfando en Hollywood en la década de 1930: Hot Pepper, Strictly Dynamite y Hollywood Party. En la década de 1940, la popularidad de Vélez alcanzó su punto máximo después de aparecer como Carmelita Fuentes en ocho películas mexicanas de Spitfire, una serie creada para capitalizar la bien documentada personalidad ardiente de Vélez.
Los varios romances de Lupe Vélez
De hecho, Spitfire fue su apodo gringo, además de que tuvo varios romances con actores de Hollywood y un matrimonio tormentoso con Johnny Weissmuller. Se dice que alguna vez mantuvo una relación Gary Cooper y ella lo apuñaló con un cuchillo de cocina una noche mientras estaban cocinando y se dice que Cooper nunca perdió el cariño por la mujer conocida como el “Huracán mexicano”.
Lupe Vélez nació en San Luis de Potosí, México, el 18 de julio de 1908. Nació en una familia rica y altamente educada, su padre era la oveja negra, salvaje e imprudente que participó en la Revolución Mexicana y se dice que Vélez vio varias veces cómo su padre le disparó a algunas personas. Era hilarante, carismática y depresiva y viciosa. Bailaba y hacía parodias para su familia y pronto estaba montando espectáculos improvisados para los vecinos en la calle.
De adulta, Vélez fue coqueta e individualista, tabú en la sociedad mexicana, convencieron a su familia de enviarla a una escuela de conventos en San Antonio, Texas. A pesar de eso, Vélez fue legendaria por sus salvajes travesuras y amargas enemistades con otras mujeres: se peleó a puñetazos con Lilyan Tashman en el tocador del Montmartre Café; amenazó con degollar a Norma Shearer con el cuchillo que siempre guardaba, solo porque Shearer se había atrevido a vestirse de rojo. Además, le dio un puñetazo a Libby Holman…
En el Hollywood de la época se le decía: “señorita ciclón”, la “tamal caliente” y “whoopee Lupe”. Enemiga de Dolores Del Río, a quien le restregó su éxito en 1939 con la comedia de bajo presupuesto The Mexican Spitfire, en donde Vélez interpreta a estereotipada Carmelita, una animadora de discotecas mexicana que se casa con un exitoso estadounidense. La película generó siete secuelas.
A pesar del éxito el estado mental de Vélez comenzó a deteriorarse. En 1944, Vélez estaba saliendo con un gigoló austríaco llamado Harald Ramond, y según cuenta la historia, quedó embarazada y quería que Ramond se casara con ella, pero él se negó. En la mañana del 14 de diciembre de 1944, Beulah Kinder entró en el dormitorio principal de Vélez en 732 North Rodeo Drive, en la mansión llamada “Casa Felicitas”. Kinder encontró a Vélez acostada en su cama con un pijama de seda azul, su cabello extendido sobre su almohada de seda.
“Pensé que estaba dormida, se veía tan tranquila”, Kinder recordó. “Lupe se veía tan pequeña en su enorme cama”, recordó aquel primer policía en la escena, que a primera vista “pensó que era una muñeca”.
Vélez, embarazada de cuatro meses, había tomado una sobredosis de somníferos. Cerca de su cama estaba una nota:
“Para Harald,
Que Dios te perdone y me perdone a mí también, pero prefiero quitarme la vida y la de nuestro bebé, antes de traerle vergüenza o matarlo. ¿Cómo pudiste, Harald, fingir un amor tan grande por mí y por nuestro bebé cuando todo este tiempo no nos querías? No veo otra salida para mí, así que adiós y buena suerte.
Amor, lupe