¿Teotihuacán anarquista? 3 datos que lo podrían comprobar

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El libro de un anarquista que reformula nuestra historia prehispánica.

 

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El recientemente publicado libro del antropólogo David Graeber y el arqueólogo David Wengrow ya está sacudiendo las bolsas de las librerías llevándolo al terreno de los best sellers, es decir los más vendidos que normalmente se trata de sagas de aventuras, pero este es un caso especial, se trata de un pesado libro de historia de 700 páginas.

El libro se llama The Dawn of Everything: A New History of Humanity, en español El amanecer de todo: una nueva historia de la humanidad, la lectura que está transformando la manera en la que entendemos nuestro pasado, que nos revela una nueva Teotihuacán.

 

 

Una nueva lectura del pasado

 

 

David Graeber es un antropólogo anarquista y activista estadounidense que junto a David Wengrow, arqueólogo británico y profesor de arqueología, nos presentan una lectura diferente sobre el “amanecer” de la humanidad en un texto que tiende a la irreverencia por reformular lo que damos por sentado del pasado donde surge la civilización, y que resulta mito, así como consideramos la historia fundacional de Teotihuacán; en este sentido todos aquellos libros de historia que hemos estudiado no pueden tomarse tan enserio.

El nacimiento de la civilización se pone en cuestionamiento a través del recorrido histórico que hacen los autores, donde aquel humano que salía a cazar o recolectar el alimento a la naturaleza salvaje no era más que un elemento más de eso “lo salvaje”, solo la agricultura, los asentamientos permitieron el desarrollo, lo civilizado, una especie de ideal con otro tipo de violencia que se impuso a aquellos salvajes que además eran ingenuos; esta perspectiva de las cosas se acentuó con el narrar de la historia hasta posicionar, a las sociedades antiguas como la que habitó la legendaria Teotihuacán como un pueblo habitado por eso, ingenuos.

 

 

¿Una Teotihuacán anarquista?

 

 

A través de la nueva interpretación del pasado Graber y Wengrow resignifican nuestra historia nacional apuntando de primera mano que la construcción de las ciudades antiguas no significaba (necesariamente) el cambio de lo salvaje a lo civilizado; ellos proponen una antigüedad sofisticada, donde no siempre existió la jerarquía, aún con esta no existía precisamente la desigualdad.

Por el contrario, la civilización puede significar represión y un mal manejo de todo tipo de recursos; de estos ejemplos Graeber y Wengrow destacan algunos puntos que podrían cambiar la manera en que entendemos la antigüedad de México, aquí te dejamos 3 datos que explican, desde otra perspectiva, el prodigioso crecimiento de Teotihuacán y otras ciudades antiguas.

 

 

Gran inteligencia política

 

 

Los habitantes de Teotihuacán poseían una relevante inteligencia política que permeo en beneficios económicos, sociales y culturales, de ahí no sea extraño que Teotihuacán representara un auténtico Tollan, la ciudad ideal, una megaciudad donde se desarrolló la arquitectura y la ingeniería sin tapujos y para el buen funcionamiento de la misma; este hecho hacia atractiva la tierra para otros pueblos que fueron integrados, incluso con la existencia de un “barrio” maya; se dice fácil pero fue una ciudad de 100 mil habitantes.

 

 

Increíble tecnología

 

 

Las ciudades antiguas con las mejores tecnologías en la antigüedad surgieron en Mesoamérica, no en Europa ni en Asia, aun cuando no se contaba con grandes animales de carga como los caballos o transportes con ruedas, es decir, mucho antes de la llegada de estas y otras herramientas las grandes ciudades mayas ya existían con los mejores observatorios del mundo, los mismos autores afirman que Teotihuacán tuvo una estructuración y grandeza como Roma pero en la ciudad de los dioses se gobernaba sin amos, hecho que llamó mucho la atención del antropólogo anarquista por tratarse de una población que al parecer rechazó a los gobernantes.

 

 

Bienestar social

 

 

Lo que ahora llamamos “calidad de vida” se logró en Teotihuacán sin la presencia de una jerarquización social, eso señala la evidencia arqueológica que muestra destacados canales para redirigir grandes ríos, el tratamiento del suelo pantanoso para su aprovechamiento, construcciones modestas (aparentemente estandarizadas para toda la sociedad) que permitían una vida cómoda en la que se podía acceder a todo tipo de bienes y otras actividades de esparcimiento.

 

 

Estos sólo tres aspectos que expuestos en The Dawn of Everything: A New History of Humanity, libro que esperamos muy pronto se traduzca al español porque no sólo reformula nuestra historia nacional, es toda una propuesta para entender nuestro mundo desde otro lugar en el que valorar la antigüedad nos lleve a replantearnos la manera en la que vivimos el presente.