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Vive una experiencia asombrosa en alguno de estos 10 Pueblos Mágicos del Estado de México.
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Hay muchas razones para visitar los Pueblos Mágicos de todo el país, pero los Pueblos del Estado de México tienen la ventaja de ser, para los chilangos, zonas de fácil acceso, que se ubican a un máximo de tres horas de la CDMX, muy cerca de otros destinos turísticos o bien porque son transitables hacia otras ciudades. Además, por supuesto, de ser preciosos destinos con naturaleza increíble, espacios y actividades para toda la familia y representan alternativas de viaje de ida y vuelta.
Además, los Pueblos Mágicos del estado de México ofrecen una rica cultura arquitectónica e histórica, con cientos de opciones para el turismo religioso, museográfico así como joyas naturales, y un inigualable arte gastronómico.
Aquí te dejamos los 10 Pueblo Mágicos que resguardan increíbles tradiciones y en el Estado de México.
Aculco
A una hora de la CDMX puedes visitar esta ciudad que es Patrimonio de la Humanidad: Aculco. Sus calles adoquinadas y muros de cantera son la morada de la cultura otomí, y es sitio ideal para darse una escapada de fin de semana y visitar las cascadas La Concepción y Tixhiñú. La primera baña una barranca y corre sobre una calzada de columnas basálticas que durante el verano puede alcanzar 25 metros de altura. Además se encuentra “La última cena” del pintor Miguel Cabrera en el Exconvento de San Jerónimo, la Casa Hidalgo, puedes degustar una barbacoa y los escamoles deliciosos.
Ixtapan de la Sal
En esta ciudad hay una arquitectura tequitqui, caracterizada por mezclar arte indígena con las influencias técnicas e iconográficas europeas las cuales se reflejan en la Parroquia de La Asunción de María, principal monumento histórico de la ciudad. Hay un amplio corredor de balnearios con aguas termales, Peñas y un baño de temazcal en el hotel Belisana.
El Oro
El Oro le debe su nombre a que fue un pueblo minero colonial, que está rodeado de bosques de pino y cedro, además de las Presas Brockman y Victoria y un santuario de la mariposa monarca, La Mesa y Palo Amarillo, donde también podrás ver la Cascada del Mogote, atravesar su puente colgante o aventarte de la tirolesa.
Si esto no es suficiente, en el Tiro Norte podrás tener una experiencia de un día como si fueras un minero. Pero hoy en día es un sitio remodelado, lo que permite subir al último nivel y disfrutar de una buena vista del pueblo. Asimismo, el Teatro Juárez que es el único recinto isabelino en México.
Malinalco
La primera parada es la zona arqueológica de Cuauhtinchán, enseguida el templo y el convento agustino para que después de almorzar tacos de cecina y de obispo, hagas una visita a las tiendas de decoración, galerías de arte y joyería. Otro de sus edificios importantes es la “Casa de las Águilas”, un conjunto que fungía como escuela de guerreros aztecas.
Otro maravilla de arte de este lugar son las pinturas rupestres “Los diablitos y “El coyotito rojo” que están en una montaña con forma de rostro humano. Por donde camines, podrás ver cerros de paredes verticales en medio de una atmósfera mística y relajada.
Metepec
El tlatoani azteca Axayacatl conquistó Metepec en el siglo XIV. Con la llegada de los españoles inician los trabajos del Convento Franciscano y se construyen capillas y conventos siendo la Ermita del Tepeyac, en la cima del Cerro de los Magueyes, la más visitada sobre los vestigios de un antiguo templo mexica.
Por supuesto, Metepec está lleno de maestros artesanos que hacen brillar al pueblo, famoso por la elaboración de los “árboles de la vida”. Los orígenes de la artesanía se remontan a la Conquista para evangelizar a las comunidades indígenas. La pieza se elabora en barro y en ella se van narrando historias: puede ser el Génesis de la Biblia o las tradiciones y costumbres del pueblo, como las bodas. En el árbol se plasma cómo la novia sale de su casa, acompañada por una banda de música; también incluye al novio y lo que acontece con los invitados y el jolgorio.
San Martín de las Pirámides
Uno de los Pueblo Mágicos con el nombramiento más reciente es San Martín. Le fue otorgado el título en 2015 ya que forma parte de la Ruta de los Murales y es posible visitar diversos talleres de obsidiana y ónix así como fábricas donde el nopal y las tunas se transforman en licores, mermeladas y otros dulces. El Cerro Gordo es un Parque Estatal con grutas: ofrece visitas guiadas, caminatas, ciclismo de montaña y cabalgatas.
San Juan Teotihuacán
En este Pueblo está Teotihuacán: Patrimonio Cultural de la Humanidad y la ciudad elegida por los dioses para crear el centro del universo. La Calzada de los Muertos es una de las rutas más visitadas por millones de turistas cada año en donde puedes ver la asombrosa Pirámide de la Luna y el imponente Templo de Quetzalcóatl. Además, hay dos museos: el de Sitio y el de Pintura Mural.
Tepotzotlán
Dentro del antiguo colegio jesuita de San Francisco Tepotzotlán, cuyo interior resguarda la colección de arte novohispano más importante de México, así coomo pinturas, esculturas, grabados, dibujos y frescos hacen referencia al culto religioso en la Nueva España, se encuentra el Museo Nacional del Virreinato.
Aquí tienes que probar los tacos de barbacoa, carnitas, tlacoyos de frijol y haba, sopecitos con queso fundido, quesadillas de quelites, flor de calabaza y huitlacoche…. Las tepoznieves y acudir al Mercado Municipal Tepotzotlán; una chulada.
Valle de Bravo
La cascada Velo de Novia y la Reserva Estatal Monte Alto son joyas del Estado de México, en donde además puedes ver mariposas monarcas. Su presa es todo un clásico, igual que el Templo de Santa María Ahuacatlán y su Cristo Negro, considerado milagroso. Prueba los esquites con camarón y los elotes asados al carbón y si quieres puedes volar en parapente, pasear en el bosque, en cuatrimoto o bici de montaña.
Villa del Carbón
Es una Villa llena de naturaleza, artesanías de cuero y con una producción de rompope delicioso. Además es posible subir a la tirolesa, hacer paseos en lancha y senderos para conocer la flora y la fauna local. Si vas en verano puedes nadar en lindos manantiales y pequeñas cascadas y hacer recorridos por la Presa Taxhimay; debajo de sus aguas se encuentran las ruinas del antiguo pueblo de San Luis de las Peras que fue inundado a propósito en los años treinta para dar paso a la construcción de la presa.