Actualmente la arquitectura en México busca enaltecer la profesión del diseñador en los espacios públicos, mismos que debieran constituirse en su mayoría por áreas verdes. El concepto medio ambiente-tecnología está editando nuestros sitios y transformándolos en brillantes obras de ciencia ficción; por ejemplo, hoy podemos encontrarnos con edificios de azoteas verdes, o encaminados a la arquitectura bioclimática sustentable, que dan la impresión de ser construcciones futuristas abandonadas y hermosamente invadidas por la vegetación de años.

Este modelo es un tanto nuevo para los sitios públicos, por ello es que difícilmente se podrá igualar obras como la Biblioteca Vasconcelos, diseñada por el ingeniero coetáneo Alberto Kalach para Conaculta. En la B. Vasconcelos (no confundir con la José Vasconcelos) se puede disfrutar prácticamente de todos sus rincones, pues además de simular físicamente un laberinto -y quizás  también uno metafórico del conocimiento-, posee también un precioso jardín surrealista.

El jardín botánico que la rodea -y que fue diseñado con ayuda del jardín botánico de la UNAM para la regeneración ecológica urbana de esta zona de la capital-, es uno de los secretos de la Ciudad de México más bellos, un sitio que por cierto, es ideal para hacer picnics cualquier día de la semana.

En el jardín se conjugan 60 mil ejemplares de 168 especies de flora endémica mexicana, misma de la que se puede disfrutar desde alguna de sus bancas de piedra o en sus espacios de áreas verdes para recostarse. Es un sitio muy grande con largos caminos para ejercitarte o simplemente para caminar. Es silencioso, discreto y no tendrás problema alguno con la inseguridad puesto que está muy bien vigilado.

Un punto muy a favor de este lugar es precisamente su vigilancia, pues son muy amables y si organizas tu picnic con varias personas y suficiente comida, nadie va a molestarte (claro está que el alcohol está prohibido en todo sitio público). Ideal también para citas románticas memorables, o hasta para realizar un “picnic laboral” donde te sea posible trabajar y degustar tal vez un queso o un un buen té.

En épocas de lluvia el lugar se torna aún más verdoso y por ende se respira de un sitio mucho más natural. Puedes, por ejemplo, leer un libro dentro de las instalaciones mientras pasa la lluvia y luego salir a caminar al jardín, te recordamos que en toda la biblioteca existen sillas, sillones y alfombras para leer cómodamente.

Un rincón curioso de este jardín es su extensión, el invernadero, uno de los sitios más místicos de la ciudad: se trata de una estructura de metal inmensa que alberga una especie de riachuelo y un montón de especies fauna. Por fuera se encuentra una estructura de metal que funge como una cascada sintética y que cae a un ojo de agua también sintético.

Todo ello está escondido por un hermoso muro de bambú el que hoy es imposible pasar. Anteriormente estaba abierto al público en general y hoy permanece cerrado pero según un informe del 2013 del director de la biblioteca, se está planeando revivir no solamente como perfil ornamental, sino como un  espacio en el que se conjugue la naturaleza y el  recinto bibliotecario. Osea que, en muy poco tiempo, podremos acceder al invernadero que también tendrá libros.

invernadero biblioteca vasconcelos

Cultura y naturaleza en un polo opuesto como lo es Buenavista, zona meramente urbana, conforman un increíble espacio hibridoso en el cual podemos reconciliar nuestra co-existencia. Sitios como este jardín surrealista nos ofrecen la oportunidad de experimentar un contacto directo con lo natural, y esto es lo que tal vez haga falta para que comencemos a ejercer la reflexión, la contemplación, el caminar; esos pequeños actos que nos vuelven por mucho una mejor ciudad.

Biblioteca Vasconcelos

Dirección: Eje 1 Norte Mosqueta S/N, Buenavista, 06350 Cuauhtémoc.

Teléfono: 9157 28 00


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