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La Tarasca es la leyenda de una de la tantas minas que hay en Sonora.
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La Tarasca es una región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia y es una criatura mitológica con forma de serpiente monstruosa. Pero también está relacionada con la Ciudad de Granada, al Sur de España, en donde se lleva a cabo la fiesta del Corpus Christi en donde sale a procesión La Tarasca acompañada de cabezudos y gigantes.
Se trata de una procesión en la que el Dragón soporta un maniquí vestido por un diseñador de moda marcando tendencia de la ropa que se lleva ese verano. Desde el 25 de noviembre de 2005, las fiestas de La Tarasca en Tarascón fueron proclamados por la Unesco como parte del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad y fueron inscritas en 2008 dentro del conjunto Gigantes y dragones procesionales de Bélgica y Francia.
Leyenda de la Tarasca
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La leyenda dice que esta criatura habitaba en Tarascón, Provenza, y devastaba el territorio. Se describe como una especie de dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, un torso similar al de un buey con un caparazón de tortuga a su espalda y una escamosa cola que terminaba en el aguijón de un escorpión. Su cabeza era descrita como la de un león con orejas de caballo y una desagradable expresión.
El Rey de Tarascón había atacado sin éxito a La Tarasca con todas sus filas y su arsenal, pero Santa Marta encantó a la bestia con sus plegarias, y volvió a la ciudad con la bestia así domada.
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Los habitantes aterrorizados atacaron a la criatura al caer la noche, que murió allí mismo sin ofrecer resistencia. Entonces Santa Marta predicó un sermón a la gente y convirtió a muchos de ellos al cristianismo. Arrepentidos de dar muerte al domado monstruo, los habitantes cambiaron el nombre del pueblo
Y así fue que llegó al norte de México
En Sonora tiene se esconde esta historia y “La Tarasca”, en donde se dice que existía una mina llena de oro. Se cree que alrededor de 1580, un grupo de soldados españoles, en su afán expedicionario por el noroeste del país, llegaron a Cócorit, lo que hoy es Sonora.
Estos soldados se enfrascaron en una batalla con un grupo de indios yaquis, conocidos por ser grandes guerreros, sufriendo la derrota. Los invasores hispanos emprendieron la huida en desbandada, pero solo un par de soldados, que eran hermanos, se desprendieron del grupo tomando rumbo hacia la Sierra La Palma, al norte de Guaymas.
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En su afán de evitar encontrarse con más indios de la región, ahora seris, que hacían sus correrías por los valles, siguieron su camino por entre las serranías, hasta toparse con un campamento de indios pimas. Los pimas son reconocidos por ser una tribu menos agresiva que las otras tribus.
Los indios los aceptaron con las reservas del caso, pero los españoles se ganaron su confianza con el tiempo. Asimismo, los instruyeron en las artes de la metalurgia, hasta entonces desconocidas por los indios.
Minería en Línea
Así fue que los pimas trabajaban una mina llamada “La Pima”. Los españoles haciendo uso de sus conocimientos sobre minería, descubrieron que más hacia el sur, se encontraba otra veta mucho mejor: “donde en cantidades inmensas, a flor de tierra, estaba el oro y la plata en estado virgen”.
Los españoles habían descubierto la mina más rica hasta entonces conocida, a la que bautizaron como “La Tarasca”. De igual manera, abandonaron el lugar, cargados con una gran cantidad de metal y prosiguieron su rumbo hacia el noroeste. Rumbo al mar. En busca de sus compañeros de expedición.
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Pero no lo lograron y uno de ellos murió de una mordedura de víbora de cascabel y el otro fue muerto en un ataque de los indios seris. Desde entonces se dice que si alguien logra dar con “La Tarasca” se quedará con todo el oro… Pero algunos otros comentan que las riquezas se extienden desde el mar, hasta llegar al norte o que nunca llega.
De acuerdo con el historiador José I. Velazco, desde 1850 se habla de una leyenda donde se menciona que entre Guaymas y Hermosillo, en la sierra de La Palma “se habla de una mina de la que se dice ser muy rica en oro y que se llama Tarasca”. En el libro La maravillosa Tarasca y el prodigioso tesoro de Tayopa, del escritor Alfonso López Riesgo se describe su trayecto para encontrar La Pima, la mina indio yaqui, pero más allá, al salir del cañón está La Tarasca.
Existen varias reseñas de cómo llegar a la mina llena de oro, una mina maravillosa, llana de crónicas que describen las riquezas. Pero solo quedan algunos rastros de su oro. Se continúa diciendo que los españoles estaban explorando la zona cuando descubrieron La Tarasca… pero no se sabe nada con certeza.