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Francisco Goitia, el pintor que reflejó el lado B de la Revolución Mexicana.
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La historia de México está llena de grandes personalidades, pero personajes como Francisco Goitia hay pocos; personas que no encuentran réplica ni lugar por ser extraordinarios, y justo, Goitia fue uno de ellos. Un maestro de la pintura que documentó a la sociedad de su tiempo por medio de imágenes de terror, hambre y miseria, en medio de la cual pasaría los últimos años de su vida por elección propia.
Goitia es uno de los principales pintores del siglo XX al que se le recuerda por retratar la Revolución mexicana en su más cruenta versión, donde los héroes y los ideales pasan a segundo término cuando el pueblo está hambriento, de luto por sus personas que nunca regresan de la batalla y por el asolamiento de los batallones que tomaban pequeñas poblaciones de cuartel; en pocas palabras, fue el primero en hacer un retrato desde una visión poco romantizada y más cercana a la visión “ajena” a la revolución.
La enigmática vida de Francisco Goitia
Fuente: @waylonwraith
Por haber tomado votos, Francisco Goitia vivió cuarenta años en una pequeña choza que él mismo construyó en Xochimilco, lugar que el 26 de marzo de 1960 se convirtió en su última morada. Goitia fue conocido como un artista excéntrico para los habitantes de la tierra del ajolote, pero también fue un miembro querido de su comunidad, un hombre generoso que entre muchas obras cedió cuatro mil metros de su terreno para la construcción de una escuela.
Pero antes de descansar sus ojos, Goitia tuvo una vida muy interesante que fue retratada en una película creada mucho antes de que se pusieran de moda las docuseries. El pintor nació el 4 de octubre de 1882 en Fresnillo, Zacatecas, creció en un ambiente rural en el que desarrolló interés en las artes, deseo de vida que se concretó cuando a sus 16 años ingresó a la Academia de San Carlos donde su genio fue descubierto, reconocido y apoyado.
Fuente: @ embajadacultural_snte51
Gracias al apoyo de su padre y con ayuda del gobierno mexicano que en ese tiempo estaba encabezado por Porfirio Díaz, en 1904 se instaló en Barcelona para estudiar artes, también tuvo oportunidad de ser becado en Italia para estudiar con los grandes de la escultura, desafortunadamente con el inicio de la Revolución en México perdió todo soporte económico, para colmo de males cayó enfermo.
Sin mucho dinero fue a resguardar con unos frailes franciscanos, este fue un momento decisivo que cambiaría su futuro y dictaría su final pues adoptó el estilo de vida de los religiosos, fue ahí donde tomó los votos de pobreza, una vez que estuvo mejor de salud, regresó; aquel culto joven artista regresó a su tierra a integrarse a las tropas de Villa bajo el ala del general Felipe Ángeles quien le encomendó la documentación gráfica y escrita de la guerra civil.
Francisco Goitia, el artista
Fuente: @janeaestrada
Aquella infancia rural que guardaba con cariño en su memoria, el contacto que tuvo con la población durante la revolución y el estudio de los pueblos originarios que le permitió su trabajo como dibujante en el Instituto de Antropología durante los años veinte, dieron como resultado aquella interesante y expresiva obra de Francisco Goitia, que por cierto se expuso en Estados Unidos.
El también maestro de artes en primarias y universidades trabajó en el proyecto arqueológico de Manuel Gamio durante el cual, el zacatecano refrendo su pasión por los pueblos originarios.
Fuente: @pedroreyesm
En 1925, el maestro zacatecano se fue a estudiar la cultura oaxaqueña, dando rienda suelta a su creatividad, no así a su personalidad pues ya en esos días se le conocía como un hombre solitario, retraído, como aquel que puede notarse en sus pinturas que batalla entre arte y fe religiosa para confrontar las dificultades de la vida o hacer de las suyas, con esas historias sin sentido aparente, que ya desde hace años empezaban a darle fama.
Se cuenta que estando en un pueblo italiano se obsesionó con la luna, a la que queriendo conocer mejor para retratarla la visitaba durante las noches y la madrugada vagando por las calles del pueblo, una verdadera excentricidad (por lo menos en esos días) que daría señal de otras tantas en el futuro, mismas que nunca superaron la fama que tuvo como maestro de la pintura.
Museo Francisco Goitia
Fuente: @iceddgo
Aunque Francisco Goitia no regresó a Zacatecas, fue allí donde el 8 de septiembre de 1978 se inauguró el Museo Francisco Goitia, un espacio dedicado al arte contemporáneo, incluso, de los primeros museos en ser abiertos en aquella tierra que vio nacer al artista. El edifico que fue acondicionado con la finalidad de dar lugar a los artistas zacatecanos, fue construido en 1948 para funcionar como residencia oficial de los gobernadores, oficinas públicas y Casa del Pueblo.
Además de albergar la obra de Goitia, también se encuentra la obra de Julio Ruelas, Pedro Coronel, José Kuri Breña, Manuel Felguérez y Rafael Coronel; quienes dan nombre a las 6 salas del recinto donde se aprende sobre los artistas pero también del color en las culturas prehispánicas, el abstraccionismo, el nuevo lenguaje visual, de la investigación al geometrismo abstracto, la plástica, los personajes imaginarios y la expresión escultórica de las formas femeninas.
Fuente: @ gabrielgalvani16
Goitia también es conocido como el franciscano pintor, fue un hombre divino y por eso la película que nos cuenta su vida se titula Goitia, un dios para sí mismo porque él no quería que le admiraran, no buscaba reconocimiento, fama y riqueza; fue un maestro de humildad y pasión, hábil cronista de nuestros pueblos antes, durante y después de la Revolución; nuestro corresponsal de la historia a quien se le recuerda con cariño y se le conoce a través de su obra.
https://www.youtube.com/watch?v=dktqr4iP4uw
Museo Francisco Goitia
¿Dónde? Enrique Estrada #102, Col. Sierra de Álica.
¿Cuándo? Martes a domingos de 11a 17 hrs.
¿Cuánto? $30