Celebración de la Virgen en Chiapas, la fusión de lo maya y lo católico

Foto destacada: © Mark Locki

Los indígenas chamulas son reconocidos por la mezcla de tradiciones mayas y católicas.

 

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La patrona, la verdadera madre y Señora de los mexicanos es la Virgen de Guadalupe. Su fiesta se lleva a cabo cada 12 de diciembre, siendo la celebración religiosa más grande de México.

Los católicos hacen peregrinaciones y muchos de fieles comienzan a celebrar y caminar desde el 3 de diciembre para terminar en la misa de las 11:00 pm y luego para celebrar la fiesta de “La Lupita”.

 

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Pero todas las celebraciones que se llevan a cabo en México, la celebración de chiapaneca, particularmente de la región Alteña de Chiapas, las familias acostumbran a ir todos juntos a la iglesia a saludar a la Virgen María, darle gracias por el año que y pedir por la salud y la paz para todos. Los indígenas chamulas, son reconocidos por la mezcla de tradiciones mayas y católicas, y muchos recorren 900 kilómetros para llevar su fervor a la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, otros se quedan a celebrar en Chiapas.

 

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Pero en el corazón de San Juan Chamula, miles de peregrinos hacen peticiones a la Virgen de Guadalupe: trabajo, salud, eliminar el sufrimiento, curar familiares enfermos, de lo que se trata es de tener fe. Regularmente, los que se quedan esperan la misa y el rezo hasta las 3 de la mañana continuar haciendo peticiones.

Los que se quedan en sus hogares y comunidades preparan los altares y piden servicios religiosos que son acompañados por serenatas, que forman parte de la tradición guadalupana. San Juan Chamula está ubicado a once kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, tiene alrededor de 67.000 habitantes, principalmente de la etnia tzotzil y en su mayoría profesan la fe católica, aunque conservan sus tradiciones y creencias de origen prehispánico.

 

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Estas peregrinaciones de indígenas son una muestra de la devoción por la Virgen de Guadalupe que surgió en México de una manera casi simultánea a sus apariciones en 1531 a San Juan Diego, canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II. Miles de fieles conmemoran las apariciones de la Virgen de Guadalupe en una fiesta que incluye danzas y ritos prehispánicos.

En las afueras de la parroquia de Guadalupe, los grupos amenizan la fiesta y decenas de puestos venden antojitos regionales y ponches de frutas, se venden rosarios, estampas, playeras, llaveros y calendarios de la Virgen para los Peregrinos de la celebración de la Virgen de Guadalupe.

 

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La iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, recibe a muchos peregrinos caminan cantando u orando. La calle principal ve pasar a cientos de músicos que tocan alegres, se entregan dulces a los niños y por supuesto se escuchan cohetes día y noche para acentuar el volumen de las oraciones.

Además de las famosas atracciones de feria, banda en vivo tocando música tradicional y algunas personas sintieron la necesidad de bailar con ella. Pero en la madrugada del 12 de diciembre, se reúnen varios antorchistas para llevar el fuego sagrado hasta el templo de  Guadalupe en San Cristobal de las Casas.

 

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Este recorrido es de encomiendan a San Juan Diego y a la Virgen de Guadalupe en donde se carga una pesada imagen de la Virgen mientras la gente va vestida de mochebal o chal de lana, e iniciar su peregrinación de 12 km rumbo al Valle de Jovel y San Cristobal de las Casas.

Todo el recorrido termina con el canto del gallo, muchos cohetes hasta llegar a lo alto del santuario en donde se encuentran con otros peregrinos  que los reciben con más música; van arrodillados, cantando y otros en silencio hasta llegar altar de la Virgen. 

 

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