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Macuilxóchitl-Xochipilli es una pieza que ya está en exhibición en el Museo del Templo Mayor.
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Los vestigios del antiguo barrio de Santa María Cuepopan se encuentran en la esquina de Violeta y Galeana de la colonia Guerrero, en donde arqueólogos de la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional Antropología e Historia (INAH) hicieron el hallazgo de una escultura de la deidad Macuilxóchitl-Xochipilli en 2019.
Esta pieza hecha en mármol jaspeado que tiene 36.65 cm de alto y un peso aproximado de 5 kg y ya es posible verla en el Museo del Templo Mayor.
Historia de Macuilxóchitl-Xochipilli
Esta pieza representa a una deidad del panteón mexica siendo dioses con un tocado, el collar con chalchihuites y el chimalli. Mientras que Xochipilli, cuyo nombre calendárico es 5-Flor, estaba vinculado con la alegría, la música y el canto, así como con el sol naciente, el sol del amanecer, el sol niño.
De la segunda divinidad destaca la pintura bucal semejante a una flor, pero que en realidad representa la palma de una mano. Tenía un papel importante en las veintenas 7 y 8, Tecuilhuitontli y Huey tecuilhuitl, cuando los nobles participaban en banquetes, danzas y cacerías, y le rendían honores.
Se trata de la primera vez que se da a conocer esta pieza arqueológica, abundando en su hallazgo, la tradición lapidaria a la que pertenece, el reconocimiento de sus atributos iconográficos y la investigación en torno al personaje que representa.
Este Xochipilli de la gran Tenochtitlan es un portador de buenos augurios, de amaneceres espléndidos, hermosas danzas y poesías, de la felicidad que todos merecemos y anhelamos.
El hallazgo de este penate, término usado en la arqueología para referirse a los dioses prehispánicos protectores de los hogares, se registró en el salvamento arqueológico que daba seguimiento a una obra de sustitución de infraestructura hidráulica, a cargo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México.
Los proyectos de la capital, así como las obras prioritarias del Gobierno de México, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, o el Tren Maya, no destruyen patrimonio porque están acompañados por el INAH, institución siempre atenta a estas colaboraciones.
La escultura de poco más de 36 cm de alto, 9.14 cm de ancho, 9.19 cm de profundidad, y 5 kg, aproximadamente, es de las pocas representaciones conocidas de esta divinidad mexica ligada a las artes y las actividades lúdicas. Su recuperación estuvo a cargo de los arqueólogos Daniel Santos Hipólito, Eder Arias Quiroz y Rafael III Lambarén Galeana.
Hace más de 500 años, en el triángulo que hoy forman las avenidas Reforma Norte, Hidalgo y Eje Central, estaba el barrio de Iztacalecan perteneciente a Cuepopan, una de las cuatro parcialidades o campan de Tenochtitlan. Durante el virreinato, el lugar fue bautizado como Santa María Cuepopan y después renombrado Santa María La Redonda.
En julio de 2019, los arqueólogos se percataron de la existencia de esa figura que, salvo la pérdida de un fragmento de su nariz, estaba en perfectas condiciones. Cotejando en códices como el Borbónico y los Primeros Memoriales, se dieron a la tarea de identificar la divinidad a la que hace alusión: Xochipilli-Macuilxóchitl.
Pese a que la escultura no fue hallada en su contexto original, sino como parte de un relleno junto con fragmentos arqueozoológicos, cerámicos y líticos, su antigüedad se puede deducir por el área donde se encontró. Al encontrarse en las orillas del antiguo campan de Cuepopan, debió ser manufacturada hacia la última etapa de Tenochtitlan, finales del siglo XV e inicios del XVI, cuando la ciudad alcanzó su máxima expansión.
Exposición El hallazgo de Xochipilli-Macuixóchitl en el antiguo barrio de Santa María Cuepopan
Dónde: Museo del Templo Mayor
Dirección: Seminario 8, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc.
Cuando: hasta el 14 de febrero de 2022.
Cuánto: $80