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Hitler mandó a hacer un documental sobre el pulque para conocer sus propiedades.
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Se ha dicho que Adolfo Hitler, el líder nazi alemán tenía bastante curiosidad por conocer diversas vías para sostener su “raza aria”, al grado de interesarse al extremo por estudiar proteínas y bebidas, entre las que se destaca el pulque: la bebida fermentada que el mundo prehispánico consideró “la bebida de los dioses”.
Se cree que la idea de estudiar el pulque surgió porque era consumido por los sabios, la nobleza, los ancianos y las personas elegidas para sacrificios. Esa historia pudo ser un factor que atrajo al Führer alemán a la bebida mexicana…
Pulquebereitung in Mexiko
Lo que sí se sabe es que Hitler ordenó al cineasta Hubert Schonger (1897-1978) la grabación de un documental sobre la producción de Pulque de Hidalgo y Puebla. Incluso, Javier Gómez Marín, un coleccionista en la ciudad de Puebla, cuenta con la que se considera la única copia de esa película, titulada La producción del pulque en México (en alemán Pulquebereitung in Mexiko).
Para Gómez Marín, Hitler estaba interesado en “las cualidades casi divinas del pulque” y por eso ordenó la documentación de los tlachiqueros —la gente que extrae el jugo de maguey— y su proceso para elaborar esta bebida en la década de 1930.
En todo el mundo los nazis se dedicaron a buscar bebidas que ayudaran a conservar la salud del Führer y la raza aria. El libro La cena de los dictadores: una guía del mal gusto para entretener tiranos de Victoria Clark y Melissa Scott, afirma que esa obsesión llevó a Hitler a comer platillos como paloma rellena con nueces, lengua, hígado, pistacho y beber copas de vino con cinco cucharadas de azúcar.
En lo que concierne al pulque, sí se sabe que es rico en lactobacilos, minerales y aminoácidos. Aunque no se conocen mayores referencias sobre el gusto del Führer por el pulque.
Este primer documental sobre el pulque en México fue grabado por los nazis en 1936 y permaneció oculto 70 años hasta que un coleccionista lo compró por 40 dólares. En una subasta pública en Berlín, un coleccionista mexicano compró la vieja lata desgastada por $4.000 pesos (unos 40 dólares de la época) fue la única puja que recibió el objeto. Dentro, en perfecto estado, se encontraba el único documental que recoge cómo era el cultivo y el consumo de pulque en México en los años 30.
Esta lata que contiene el documental de 1936 y el libreto que se utilizaba para narrar la película, es la base para un nuevo documental.
Pulque para México
Fotograma
Javier Gómez Marín es el que tiene la película de 16 milímetros: “Casi me desmayo. Es como encontrar el Santo Grial del pulque”, dice este Indiana Jones de la ciudad de Puebla que además, atesora más de 8.000 objetos relacionados con la bebida mexicana y es funcionario de la secretaría de Cultura del Estado.
Su colección está ordenada con la pulcritud de un taxónomo, todos los objetos que rodean a Gómez Marín tienen que ver con el pulque, la planta de maguey y la historia de la bebida más consumida en México a comienzos del siglo XX.
El pulque, patrimonio cultural y gastronómico del país, también fue representado por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Guadalupe Posadas, el director ruso Sergei Eisenstein. Pero una de las novedades del documental de Schonger, de nueve minutos, en blanco y negro y sin sonido, es la filmación de verdaderos tlachiqueros de Puebla y el valle de Apan, en Hidalgo.
No son actores, los jornaleros extraen de manera rudimentaria el aguamiel del corazón de los magueyes y lo transportan sobre burros en odres y barriles de madera. En otras imágenes, un grupo de hombres toma pulque en las pencas de la planta.
El libreto, Gómez Marín lo encontró en una librería años después. Cree que por el tipo de explicación que contiene el folleto de 14 páginas el documental fue exhibido en círculos científicos o universitarios. “Instituto de Filmaciones e Imagen. Ciencia y Enseñanza. ¡Limpiar antes de proyectar!”, se puede leer en la lata, escrito en alemán.
Hubert Schonger realizó más de 300 películas entre dirección, producción y guion. La mayoría fueron sobre naturaleza y contenido cultural, entre ellas destacan las adaptaciones literarias de cuentos de los hermanos Grimm.
Además del documental del pulque, el equipo de Schonger grabó otras tres películas sobre la producción de maíz, la cultura maya y la vida de una hacienda alemana en Puebla pero podría haber muchas más. Aunque la película del pulque no aparece en las bases de datos ni en la filmografía del director.
Esta cinta es una de las piezas más raras y que en un futuro se podrá ver en el museo del pulque en Puebla que tiene pensado abrir Gomez Marín. “Al menos, cuando me muera, habrá una plaquita chiquita donde ponga mi nombre, que diga que me pasé toda la vida acumulando cosas pulqueras”.
