Un mural escondido en una biblioteca, que todos deberíamos de conocer.
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Fundada en 1925, dentro de un asombroso edificio colonial, está la magnífica Biblioteca Fray Bartolomé. Un maravilloso espacio lleno de libros, silencios, y conocimientos que deambulan en el aire. Un espacio importantísimo para la CDMX, no sólo porque desde hace décadas promueve la lectura en un país con pocos lectores, sino porque en su interior vive una de las obras de arte más relevantes para el muralismo nacional.
Se trata de El paisaje de Azcapotzalco; una obra que fue creada por Juan O Gorman en 1926. La pintó cuando sólo tenía 20 años y fue su primer mural. Se dice que lo hizo a petición del entonces Secretario de Educación Pública, José Vasconcelos que en aquella época pretendía exhibir en distintos recintos de la capital el enorme talento de los artistas mexicanos para contar de una manera fácil la historia del país.
De acuerdo a algunos biógrafos, para realizar este mural, O´Gorman salía todos los días de su casa a las 7 de la mañana. Se montaba a en una bicicleta que tenía y pasaba jornadas enteras trabajando minuciosamente en la biblioteca hasta las 10 de la noche. Haciendo bocetos con lápiz en la pared, buscando una pileta de colores que pudiera hacerla inmortal.
Esta gloriosa obra fue pintada en temple sobre yeso directo. Mide 50 metros cuadrados y en ella hay una exquisita mezcla del: paisajismo realista que se practicó en México a inicios del siglo XX y de algunos elementos prehispánicos importantes para descifrar la enigmática cultura de nuestro país.
Pero además, en El paisaje de Azcapotzalco se cuenta la historia de una de las delegaciones más poderosas de la capital. Este mural es un trabajo didáctico y minucioso. En él, se hace un homenaje velado a los paisajes rurales que había en la Ciudad de México en los años veinte y se manejan ciertas perspectivas que deambulan entre la vida rural y la vida moderna.
çSegún lo han revelado algunos historiadores, el primer mural de O´Gorman es muy significativo para la historia del arte de nuestro país. Es una pieza fundamental para explicar no sólo la tradición pictórica que ha acompañado a México desde la época de Cuauhtémoc, sino para rescatar una época perdida entre los rascacielos y las vialidades.
A lo largo de los años, la obra ha pasado por varías restauraciones. La primera se hizo en 1953; la segunda en el año 2000 y la tercera se llevó a cabo recientemente en el 2017, gracias a los especialistas del INBA y a la firme petición de un grupo de historiadores.
Cabe destacar que, Juan O´Gorman fue un artista muy prolífico. Entre sus trabajos más emblemáticos se encuentran: el fresco del Aeropuerto Internacional de la CDMX y por supuesto las magníficas pinturas que viven en los muros de la Biblioteca Central del UNAM. Asimismo, como arquitecto el construyó las oficinas del Banco de México.
Sin embargo, su carrera empezó ahí, en una pared vacía perdida en el corazón de Azcapotzalco.
