Foto destacada: El Financiero
La torre exenta y el alfarje de estilo mudéjar son algunas de las características del convento.
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Este precioso convento franciscano fue creado en el siglo XVI y representa la unión del arte renacentista con elementos prehispánicos de tal modo que ha sido reconocido por su valor histórico y porque ayudó a la consolidación de la arquitectura de la Nueva España.
El Conjunto Conventual de Nuestra Señora de la Asunción, en Tlaxcala, es un monumento histórico que desataca por sus ornamentos arquitectónicos únicos, como su torre exenta o su alfarje de estilo mudéjar.
Este conjunto conventual recién ha sido declarado Patrimonio Mundial, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con a la declaratoria de los Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl. La decisión del Comité fue anexar este sitio de Tlaxcala a los 14 ubicados en las faldas del Popocatépetl (en Puebla y Morelos) que en 1994 incluyó en la Lista para asegurar su adecuada conservación.
El impacto de esta decisión internacional ayudará a difundir la riqueza de Tlaxcala, parte de su atractivo turístico y le da importancia a la conservación del patrimonio cultural del estado.
Estos monumentos son representativos del modelo arquitectónico adoptado por los primeros misioneros –franciscanos, dominicos y agustinos– que evangelizaron a las poblaciones indígenas en el siglo XVI. Pero hay varios criterios por los que se reconoció al Conjunto franciscano de Tlaxcala como Patrimonio Mundial.
Los trabajos decorativos del templo, claustro, estancias y su amplio programa pictórico, ponen de relieve la alta calidad de los maestros indígenas que participaron en su construcción y en sus soluciones estéticas y decorativas. Mismos que necesitan protección, conservación y divulgación a corto, mediano y largo plazo.
Este monasterio franciscano fue el primero en ser construido en el valle tlaxcalteca – poblano, y es una evidencia del papel que los tlaxcaltecas del siglo XVI para la reconfiguración de los pueblos y las culturas que habitaban Mesoamérica durante la época del choque cultural.
Además, este conjunto arquitectónico es un convento raro en muchos sentidos. Este edificio fue construido sobre una colina y es por ello que las huertas de los monjes quedaban en un plano más elevado que el atrio principal. Un atrio abierto, sin muros, que conforma un espacio donde se mezclaba la vida pública y la religiosa que acercaban los nuevos ritos religiosos a las tradiciones originarias.
La iglesia se encuentra situada sobre una plataforma con dos escalinatas por las que se accede al templo y que recuerdan al basamento de los antiguos templos mexicas. Aunque el convento no fue construido sobre ningún centro ceremonial o sagrado, sí está situado cerca de un manantial sagrado para los antiguos tlaxcaltecas.
En la fachada y los muros pueden verse piedras esculpidas por artesanos indígenas que fueron recicladas después de varios derrumbes de algunas partes del convento. Otro elemento extraordinario del conjunto es una torre exenta, es decir, construida en el siglo XVI de manera independiente al resto del edificio y de la que solo existen en México 31 campanarios similares.
El alfarje es único ya que resguarda la techumbre del templo. Un mudéjar con motivos de lacerías en madera de cedro blanco, considerado de los más importante de Latinoamérica y que data del siglo XVII, aproximadamente.
Tlaxcala fue la primera ciudad reticular de la Nueva España, trazada sobre un plano de cuadrícula, es un ejemplo de modelo arquitectónico que dio solución al nuevo contexto social y cultural de la época. Este convento extendió su influencia en el desarrollo urbanístico de los monasterios hasta el siglo XVIII, centros de la vida religiosa, social y cultural.
Conjunto Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción
Dónde: San Francisco, Centro, Tlaxcala de Xicohténcatl, Tlax.
Cuando: miércoles a lunes de 10:00 a 18:00
Entrada libre