Una enorme piedra en Coyoacán fue convertida en monumento por casualidad

Foto destacada: Hugo José Suárez

Esta piedra nunca estuvo destinada a ser un monumento, pero hoy en día es incluso un sitio de veneración.

 

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En Coyoacán ya se han encontrado cuadrados de adoquín y piedra bola que fueron estudiados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, de la época colonial, pavimentos que datan del siglo XIX, y que además son elementos patrimoniales.

Asimismo, en esta alcaldía, hay varios edificios que también son patrimoniales, calles emblemáticas, edificios históricos y capillas. Es el centro bohemio de la CDMX, reconocido por su arquitectura y por ser la alcaldía donde vivió Frida Kahlo, León Trotsky pero hay un sitio especial llamado el Monumento a la piedra.

 

 

Es un sitio donde justo hay una piedra de tres metros de altura que tiene una cruz en la cima que representa una iglesia. Hace diez años, esta piedra estaba llena de grafitis con imágenes de Cristo, San Martín Caballero, la Santa Muerte, Constantino, la Virgen y San José, dos ángeles, San Judas y una hechicera.

Pero poco a poco el sitio se encuentra solo con el contorno de La Piedra,  sumado a una barda alrededor de ella con una placa conmemorativa de la delegación Coyoacán.

 

 

Sobre todo, el Monumento a La Piedra es una metáfora de la conformación de la colonia Ajusco. Se encuentra a unas calles de las oficinas de la subdelegación y ocupa un carril de la primera calle sin permitir el paso ni a peatones ni a vehículos. De este privilegio goza esta inmensa piedra volcánica cortada casi de manera cilíndrica de tres metros de alto con una base de cuatro metros.

Pero según Hugo José Juárez, publicado en su blog, en esa esquina se acumulaba basura, así que como en otros barrios se puso una Virgen  para evitar la basura y al final se convirtió en un espacio de culto.

 

 

Poco tiempo después los vecinos impulsaron la creación de un monumento cívico. Se dice que fue “Don Chema” un vecino de 84 años quien impulsó que la alcaldía reconociera la piedra y le diera atención especial. Así que comenzó con toda la gestión a mediados de los 90’s, y quince años más tarde logró su cometido.

De hecho hay toda una comisión de vecinos con la responsabilidad de cuidar la piedra. Don Chema falleció en el 2011, pero varios colones contribuyeron a darle un toque sacro a la roca al grado de convertir el sitio para la devoción religiosa. Así que un artesano hizo las capillas que ahora se encuentran en la cima, otro compró cemento para hacer una cruz, alguno más colaboró con mano de obra.

 

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Así fue que gracias al esfuerzo colectivo de los vecinos, se construyó una pequeña maqueta réplica de La Villa, con una cruz, un santuario, gradas y una iglesia pequeña. Asimismo, ahí se instauró la veneración de la Santa Cruz el día 3 de mayo, y hasta su muerte se encargó de que en esa fecha se realice una misa cada año a los pies de la piedra.

Esto se ha convertido en una tradición y muchos vecinos van a ponerle flores, rezos o simplemente se persignan al pasar. Así fue que el Monumento a La Piedra se le instaló una jardinera, una pequeña barda de protección. Pero se dice que la piedra se quedó ahí desde que la maquinaria del entonces Departamento del Distrito Federal, incursionó en la zona para construir una tienda.

 

 

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Hoy en día, la colonia Ajusco y los transeúntes,  pueden describir esta jocosa historia de la piedra volcánica en media calle que se convirtió en un lugar de culto y veneración para algunos habitantes.

También es curioso que este peñasco enclavado en el corazón de los pedregales, sea un pequeño símbolo de unidad y la identidad colectiva del origen de los pedregales.

 

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Monumento a la piedra

Dónde: Ixtlixóchitl e Iztaccíhuatl, Coyoacán

Cuando: 24 x 7

Gratis