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La Sinfónica de Brooklyn estrenará “Malintzin”, obra del mexicano José Gurría-Cárdenas
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Para los que nacimos en México, la historia de la compleja relación entre Malitzin y Hernán Cortés es un tema conocido. Pero para los que no nacieron en nuestro país hablar y conocer sobre esta compleja relación atrae a todo tipo de personas, buscadores, historiadores e incluso muchos analistas y así es, músicos también.
Malintzin es el nombre la sinfonía escrita por el compositor José Gurría-Cárdenas, misma que será presentada el próximo 20 de febrero del 2022 en conjunto con la Orquesta Sinfónica de Brooklyn, en el Brooklyn Museum de Nueva York, Estados Unidos, bajo la dirección del mexicano Felipe Tristán.
Malitzin narra la soledad e incomprensión que vivió cuando llegaron los españoles al país y, al mismo tiempo, deja que 500 años después se exploren sus andanzas. Ésa es, en esencia esta puesta Creada por el mexicano nacido en la Ciudad de México en 1972. Pero ¿cómo fue que esta obra llegó a Nueva York?
Historia de Malitzin
Gurría-Cárdenas comenta que fue encargo del reconocido director Felipe Tristán, un reconocido director, “me comisionó una obra para orquesta, me dijo que tenía carta libre para hacer lo que se me diera la gana. Lo único que me dijo es que se incluiría en un concierto donde también se tocaría la tercera (sinfonía) de Brahms y la Obertura de Ruslán y Ludmila, de Mikhail Glinka. Entonces ¿cuáles eran los cometidos? Estrujar, pone la piel chinita, hacer sentir cosas”, señala Gurría-Cárdenas.
La comisión surgió a partir de la colaboración de Gurría-Cárdenas como compositor y director invitado para el disco Fandango at the Wall: Creating Harmony Between the United States and Mexico, con músicos como Arturo O’Farrill, Antonio Sánchez, Ana Tijoux y el propio Tristán, quien le comisionó la pieza.
Gurría-Cárdenas es un prominente arreglista de la música de Ornette Coleman, el saxofonista autodidacta que sacudió al mundo jazzístico con su free jazz en 1961. Con su propia banda, estrenó en la costa oeste de Estados Unidos Skies of America, una pieza escrita por Coleman en 1972 y reorquestada por el compositor mexicano dentro del Programa para Compositores Emergentes de la London Symphony Orchestra.
Gurría-Cárdenas es además fundador y director de la Gurrisonic Orchestra en Los Ángeles, un ensamble de 22 integrantes que interpretan repertorio de vanguardia, jazz y música clásica contemporánea. Una iniciativa que ahora busca replicar en México, a donde volvió después de 20 años de vivir en Estados Unidos.
También se propone crear la Gurrisonic MX con músicos locales y lanzar una iniciativa para niños y jóvenes. Para Malitzin, el compositor optó por un poema sinfónico, una pieza de diez minutos, en donde plasma el significado que para México tiene la figura de Malintzin. Asimismo, explica que esta comienza con Malintzin viéndose a sí misma, narrando su historia en primera persona con un dejo de soledad, desesperación, abandono e incomprensión.
Y Justo, Malinche fue una mujer náhuatl importante para la historia de la Conquista de México, pero casi siempre malentendida, vilificada y para otros victimizada. Reúne visiones en donde los historiadores mexicanos no se pusieron de acuerdo. Aunque en los últimos 30 años se ha revisado la interpretación de quién fue Malintzin.
Así que para el músico, Malintzin es una de las primeras diplomáticas del país ya que fue conciliadora y evitó que existiese un derramamiento de sangre mucho más grande del que ocurrió. “Una mujer que entendió su ahora, las repercusiones de sus acciones, las alianzas entre los pueblos originarios y el involucramiento que tenían los españoles”.
Así pues, esta pieza narra a una Malintzin desde el punto de vista de un observador de las vicisitudes, con muchos momentos lúdicos y épicos que narran las andanzas de esta mujer con una sección de metales en donde se mezcla el estilo de las fanfarrias, himnos y marchas con la fantasía, para crear el ambiente de Malintzin.
El compositor detalla que esta obra es una forma de mostrar su pensamiento crítico y una manera de dialogar con un pasado donde existieron mujeres claves para nuestra historia moderna. Asimismo, el deseo del compositor es que asistan muchos latinos para que conozcan de Malintzin, y en una de esas, que “vayan a los libros a informarse quién es y que entiendan cuáles han sido las representaciones de los cientos de artistas latinoamericanos que hemos querido poner granito de arena para entenderla mejor”, comenta.
La obra será tocada en un programa que incluirá también la obertura de Ruslán y Liudmila, de Mikhail Glinka, y la Sinfonía No. 4, de Johannes Brahms. Y de ahí la decisión de Gurría-Cárdenas de optar por una dotación orquestal de corte romántico-clásico.
El mexicano viajará a Nueva York para el estreno y aún podrá asistir a uno de los ensayos de la orquesta; fundada, por cierto, en 1973 y conformada por músicos profesionales y semiprofesionales, incluso amateurs de gran talento.
Aquí te dejamos con algo más del trabajo de Gurría-Cárdenas:
