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La pitaya y la pitahaya son frutas exóticas con un sabor fabuloso y aquí te dejamos sus diferencias.
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La pitaya y la pitahaya se pronuncian igual pero que se escriben diferente; de hecho tienen grandes diferencias y algunas veces es bastante fácil reconocer esas diferencias. ¿Qué tienen en común?
La pitaya y la pitahaya son frutas consideradas exóticas; se cultivan tanto como plantas ornamentales como para la recolección del fruto y generan flores hermosas. Ambas provienen de América Central y México, y pertenecen a la familia de las Cactaceae.
Tanto la pitaya como la pitahaya contienen vitaminas C, B (B1 o tiamina, B3 o niacina y B2 o rivoflavina), potasio, hierro, calcio y fósforo, además de ser bajas en calorías y de ayudar a la digestión por ser ricas en fibra. Y ¿cuál es la diferencia entre ambas?
La pitaya proviene del género Stenocereus, mientras que la pitahaya es del Hylocereus. Su principal diferencia radica en el género al que pertenecen. Las espinas también son una característica que las distingue, ya que a pesar de que la pitahaya proviene de un cactus no tiene espinas.
Las pitahayas dan flores blancas y fragantes, es nocturna y dura una sola noche. En particular la flor de la pitahaya es la más grande de todas las cactáceas. La palabra pitahaya es de origen antillano y significa fruta escamosa, su fruto es de forma ovoide, redondeado y alargado, de pulpa roja, blanca o amarilla y de semillas pequeñas negras; su sabor es menos dulce que el de la pitaya.
El hábito de crecimiento de la pitahaya es trepador por lo que internacionalmente se le conoce como fruta del dragón o Thanh Long, de origen vietnamita, y que se debe a que la planta que la produce trepa sobre los troncos de los árboles y se entrelaza dando la forma al cuerpo de un dragón, animal mitológico muy popular en Asia, principalmente en China.
Pitaya
La pitaya se produce desde épocas prehispánicas; de hecho, sus hallazgos se remontan hasta los años 6,500 a.C. La cultura mixteca aprovechó la planta para diferentes usos pero el que predominó fue como producto alimenticio.
La pitaya, por su parte, se le da a la frutas que están cubiertas de espinas; su fruto es ovoide semiredondeado, de pulpa blanca, roja, amarilla, morada, rojo-violeta y de gran cantidad de semillas negras (al igual que la pitahaya). Su sabor es muy dulce y su hábito de crecimiento es cactácea columnar (órgano).
Los principales productores de Pitaya son Oaxaca, Jalisco y Puebla, quienes sembraron más de 97% de la superficie total, destacando Oaxaca como principal productor con 42.9% del total. El valor de la producción se registró en 68.38 millones de pesos.
La pitaya se produce en la región de la mixteca poblana y oaxaqueña. En Oaxaca, el municipio de Santiago Chazumba tiene dos localidades en donde son los mayores productores a nivel nacional, Santo Domingo Tianguistengo y San José Chichihualtepec.
Pitahaya
La Pitahaya generó un valor de la producción por 59.62 millones de pesos en 2016. Se produce en Quintana Roo, Yucatán y Puebla, destacando Yucatán con 68.2% de la producción. En esta zona, las comunidades han mantenido su siembra apegada a la sustentabilidad ya que tienen todos los conocimientos necesarios para erradicar plagas o enfermedades de la planta evitando el uso de agroquímicos.
La Pitahaya tiene múltiples usos, y hay quienes mencionan que se puede utilizar todo de esta fruta; por ejemplo, las semillas son molidas para agregarse a la masa de maíz y de esta forma enriquecerla con otros nutrientes. La flor también se puede cocinar hervida o en conserva. Por último, el fruto se come fresco y también se aprovecha en distintas preparaciones como mermeladas, nieves, aguas y bebidas refrescantes.
Existen diversas variedades de pitahayas: roja, rosa, amarilla y blanca; cada una con sus sabores característicos. Se pueden dar de tres formas principalmente: en los huertos antiguos, algunos de ellos incluso abandonados; en cultivos familiares y en ranchos para las plantaciones comerciales.
La pitaya mixteca en Oaxaca se produce por asociaciones bien organizadas, con época de cosecha y calendarios específicos. Por proyectos como este, la fruta llega a diversos estados del país y hoy en día es posible hacer licores, mezcal, mermeladas, jabones y diversos productos de pitaya.
