México, una ciudad preparada para los nómadas digitales

Foto de portada: Pixabay

 

El fenómeno de los nómadas digitales está cada vez más extendido. Se trata de una forma de vida y de trabajo que tiene cada vez más adeptos. La mayor flexibilidad, independencia y movilidad que hace posible esta nueva modalidad laboral ha hecho que cada vez sean más los interesados en este tipo de trabajos, algunos se convierten en nómadas digitales, cambiando su residencia siempre que lo desean, otros se convierten en viajeros perpetuos.

Sin embargo, el nomadismo digital no atrae solamente a trabajadores, también ha logrado captar la atención de las autoridades, que empiezan a ver en el nuevo fenómeno una vía para aumentar el dinamismo y atraer recursos a sus ciudades o regiones. Esto ha llevado a que cada vez sean más los lugares que intentan seducir a estos profesionales digitales. La Ciudad de México es un buen ejemplo de ello.

México, es ya de por sí un país que, tradicionalmente, ha resultado atractivo para los nómadas digitales. Es un país diverso, con buen clima, buenos precios, cultura y atractivos paisajísticos y naturales muy importantes. Pero para un nómada digital, no basta únicamente con que un lugar cuente con estas características, para que pueda asentarse allí, es necesario que el destino cumpla una serie de requisitos. La conectividad es sin duda uno de los principales. Con esto en mente, las autoridades de Ciudad de México están implantando medidas para aumentar la conectividad de la ciudad, de manera que pueda convertirse en una ciudad mucho más conectada. Se busca democratizar el uso de un servicio básico como es internet, pero también crear un ecosistema propicio para la llegada de trabajadores que solo necesitan internet y una buena VPN como ExpressVPN para poder desempeñar sus tareas laborales.

La buena conexión a internet es un activo importante para cualquier región porque puede tener una influencia muy significativa en la llegada de profesionales que trabajan en remoto. Conectividad y digitalización están estrechamente relacionadas. En el mundo en el que vivimos, cada vez van surgiendo más oportunidades en el entorno digital. En su intersección con el aumento de la globalización, la digitalización es una fuente importante de empleo global. Además, en muchas ocasiones, trae consigo la oportunidad de lograr unos ingresos más elevados de la media en determinadas regiones. Estas consideraciones pueden llevar a los lugares que acojan a esos trabajadores a situaciones de privilegio, ya que un aumento de la capacidad adquisitiva de parte de la gente que habita un lugar es sinónimo de dinamización económica. 

Acercar a los ciudadanos a los puntos de conectividad puede, además, contribuir a crear sinergias y a propiciar la aparición de servicios que pueden generar círculos virtuosos que ayuden a crear un entorno aún más propicio para atraer a nuevos profesionales digitales y nuevas empresas del sector. Esto es así, entre otras cosas, porque además de las ya mencionadas necesidades relacionadas con la conectividad de los nómadas digitales, estos tienen en los puestos más elevados de su lista de prioridades el encontrar entornos donde se favorezca el networking y la sociabilización en el ámbito profesional. La aparición de espacios como centros de coworking, cafeterías conectadas a internet, u otros lugares de trabajo compartido favorecen la creación del hub tecnológico que cada vez más regiones alrededor del globo ansían una vez han visto los beneficios que puede traer. 

Avanzamos hacia un futuro en el que gran parte de las tareas se realizaran a través de una pantalla. Internet jugará un papel cada vez más importante en nuestras interacciones diarias, y cada vez serán más los puestos de trabajo que dependan de un buen nivel de conexión a la red. Los centros urbanos y las regiones que consigan avanzar en la dirección de ofrecer este tipo de servicios y favorecer este tipo de relaciones digitales, tendrán mucho ganado para los tiempos venideros. México DF parece haberse hecho eco de esta situación y camina en la dirección de un futuro cada vez más conectado.