Foto destacada: @lahincapiecharry
La Ixnextiua es un ritual azteca en donde mujeres y hombres se transfiguran como animales y bailan junto a los dioses durante la noche.
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Ixnextiua es un ritual azteca en el cual mujeres y hombres se transfiguran como animales y bailan junto a los dioses durante la noche. Es una obra performática que busca generar un espacio de reflexión al dar una mirada al pasado, presente y futuro de la humanidad, así como su relación con la naturaleza.
Asimismo, Ixnextiua es una declaración sobre la interdependencia, mutualismo y unidad, y es un intento de encarnar y reimaginar nuestro lugar en el mundo. Es la segunda parte de la trilogía Pensamientos sobre el antropoceno que Martha Hincapié comenzó con Anthropomorpha en Berlín, en 2017.
El montaje tomó como punto de partida las ceremonias aztecas, durante la cuales mujeres y hombres se transfiguraban como animales y bailaban junto a los dioses durante toda una noche. La puesta forma parte de la trilogía Pensamientos sobre el antropoceno, cuya primera parte fue “Anthropomorfha”, pieza que estrenó en noviembre del año pasado en el teatro Dock! de la capital Alemana.
La coreografía dura cerca de 50 minutos y está clasificada para todo el público. Los bailarines de Ixnextiua son Ana Paula Ricalde, Bryant Pineda, Claudia Olvera, Guillermo Magallón, Jairo Cruz, Luis Ortega y Marlene Coronel, todos becarios del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
Forma parte del repertorio del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) que fueron seleccionadas por su relevancia artística y significación simbólica; son piezas de temáticas coyunturales y valores universales. Además, abarcan una tesitura que demuestra el rango tan diverso de producciones que realiza el Ceprodac.
La obra se construye como un suceso épico que narra la confrontación de dos grupos: los Bibliófilos, cuya misión es preservar el conocimiento que atesoran los libros, y los Invasores, que ambicionan obtenerlo, arribando finalmente a la conclusión de que tanto la generación como la apropiación del conocimiento solo serán posibles a través de la integración de ambos bandos.
La pieza transcurre en los diferentes espacios de la Biblioteca Vasconcelos, lo que permite al espectador interactuar con los participantes. La narración edifica arquitecturas instantáneas en un paralelismo con la lectura.
Martha Hincapié es la creadora de Ixnextiua, una coproducción entre la Coordinación Nacional de Danza del INBAL, a través del Ceprodac, y la Coordinación Nacional de Danza del Ministerio de Cultura de Colombia. Además es una reflexión y el reconocimiento de las sensaciones de una mujer que analiza su contexto, su vida y el estado actual de un devenir de estados.
Este programa tenía la intención de fortalecerse en 2020 con una gran presencia nacional, y con vinculación en espacios hospitalarios, sociales, urbanos y rurales, donde la danza creará experiencias artísticas imprescindibles para un público potencial de 18 mil 000 personas en Zacatecas, Puebla, Oaxaca, San Luis Potosí, Nuevo León, Morelos, Tamaulipas, Chihuahua y Yucatán. Pero debido a la pandemia se tuvo que postergar este gran plan dancístico supremo.
En estas experiencias se desea presentar obras de artistas como Lidya Romero, Martha Hincapié, Yeri Anarika, Hamid El Kabouss y Damien Jalet, mismas que fueron propuestas del ensamble a las que se sumaron piezas de pequeño formato de los mismos integrantes del elenco como parte del programa CeProLab, espacio que fomenta la creación coreográfica al otorgarles herramientas artísticas, teóricas y prácticas, y una infraestructura robusta para su desarrollo y concreción.
Asimismo, el Ceprodac afianzó una serie de colaboraciones interinstitucionales. Ejemplo de ello fue la obra Ixnextiua de la galardonada coreógrafa colombiana Martha Hincapié, y Omphalos de Damien Jalet que tuvo una gira por Chihuahua, donde fue vista en Ciudad Juárez y en la capital del estado, así como dos giras por Europa, una en marzo y otra en octubre y noviembre.
Con estos programas de fomento a la danza, se fortalece el arte en general y la empatía insustituible de la danza, a través del cuerpo en movimiento, generaron un lazo conmovedor entre bailarines y espectadores, y el público en general que agradecen estas y otras colaboraciones escénicas.