El ADN mitocondrial de los Olmecas reveló que sus esculturas no son de origen africano

Foto destacada: Claudio Escobar

El origen de las cabezas olmecas fue un misterio hasta ahora que se han revelado análisis científicos que descartan los orígenes africanos.

 

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La doctora Anne Cyphers es la máxima autoridad en las cabezas colosales olmecas, quien ha revelado los últimos misterios que rodean los impresionantes monumentos de la “cultura madre” de Mesoamérica, siendo uno de los últimos descubrimientos el que descarta la teoría de que los orígenes de estas cabezas son africanos.

Estos descubrimientos los comparte el doctor Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), de Yale, Boston, Sevilla y Florida.

 

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Anne Cyphers: y las primeras teorías de origen de las cabezas Toltecas

 

 

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Anne Cyphers es la primera mujer en dirigir una investigación en el sitio arqueológico de San Lorenzo Tenochtitlan, en Veracruz, es especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y quién habló en torno a las primeras hipótesis de las cabezas colosales: su posible origen africano, una propuesta que lanzó José María Melgar y Serrano, quien descubrió la primera de ellas en la hacienda de Hueyapan, hoy Tres Zapotes, en 1862.

Sin embargo, años después, Melgar y Serrano, quien dedicaba parte de su tiempo al coleccionismo arqueológico, comentó sobre la magnificencia de la escultura y se dijo impresionado del “tipo etiópico” de los rasgos del personaje representado, agregando: “reflexioné que indudablemente había habido negros en este país (México), y esto había sido en los primeros tiempos del mundo”.

 

 

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Es posible que esta interpretación de Melgar se haya dado debido al conocimiento que tuvo de los descubrimientos arqueológicos realizados durante la campaña de Napoleón en Egipto, efectuados entre 1798 y 1801; asimismo, para el último tercio del siglo XIX, estaban muy difundidas las teorías sobre las llamadas tribus perdidas de Israel y muchas de las ideas arqueológicas se apegaban a las mismas.

Así que es probable que Melgar relacionara los dos grupos: los nubios de Egipto o falashas, y una de las tribus perdidas de Israel, con los olmecas; puesto que buscaba referentes culturales para el descubrimiento de la cabeza olmeca de Tres Zapotes, considerado el primer hallazgo monumental de una cultura hasta entonces desconocida.

 

 @akieluzemog

 

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Pero Ann Cyphers descartó esta teoría, básicamente porque no hay una coincidencia temporal entre los falashas y los olmecas; además de que hoy en día los análisis especializados aportan una base científica para comprobar o rechazar la idea de Melgar. Pero hasta el momento, no se ha encontrado ningún objeto importado de África (madera, cerámica, metal) en sitios olmecas, ni se ha reportado ADN africano en los entierros descubiertos en estos espacios.

El origen de los olmecas no está en África sino en América, ya que las investigaciones del genoma realizadas a individuos olmecas, uno de San Lorenzo y otro de Loma del Zapote, no dieron resultados de la presencia Africana sino abundantes características de poblaciones autóctonas de nuestro continente.

 

 @vincapervinca2

 

Así que el sello de la primera civilización de Mesoamérica es la cabeza colosal, misma que reconocida en todo el mundo, es mesoamericana y no africana. En total se conocen 17 ejemplares: diez de San Lorenzo, cuatro de La Venta, y los restantes de Tres Zapotes y alrededores. El hecho de que el mayor número de cabezas colosales se encontrara en San Lorenzo muestra la primacía temporal de esta capital olmeca en el desarrollo de complejos sistemas políticos encabezados por gobernantes hereditarios.

Estas cabezas colosales, y en general las figurillas antropomorfas halladas en contextos arqueológicos, reflejan la modificación craneofacial a la que eran sometidos los individuos de esta civilización, antes del año y medio de edad, cuando las suturas de la cabeza aún se encuentran abiertas. Así que la primera civilización de Mesoamérica, esos gobernantes poderosos, inteligentes y fabulosos, siguen siendo los Olmecas.