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El chicalote posee características útiles para la alimentación, la salud, la industria y la agricultura.
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México es un país donde alguna vez reinó la herbolaria y naturopatía, y a la fecha sigue siendo un remedio para muchas familias mexicanas. La herbolaria dicta tradiciones ancestrales en donde las plantas han sido aliadas en los hogares en materia de salud.
Incluso, en fechas recientes y a causa del coronavirus se difundieron muchos remedios caseros, sobre todo de plantas para curar a personas contagiadas de Covid-19, a falta de remedios alópatas y de medicamentos en las farmacias.
Tlaxcala fue de los estados que contribuyeron en una de las ficciones informativas sobre el chicalote para curar el coronavirus. Por supuesto que esto no es cierto. Esta planta sí tiene diversos usos curativos, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), y el chicalote se utiliza como medicina por la presencia de alcaloides; pero no cura el coronavirus.
Pero hablemos un poco más sobre esta planta.
El cultivo de chicalote
El nombre científico del chicalote es Argemone Mexicana. “Chicalote” deriva de su nombre en náhuatl, nahuatl chicalotl. Crece hasta 1 metro de altura y se caracteriza por tener hojas de bordes dentados, un tallo de color verde azulado con nervios blancos. Su flor es generalmente de color amarillo aunque existen otras especies que producen flores blancas.
El chicalote tiene flores amarillas o blancas que parecen de papel, hojas y tallos espinosos de color verde grisáceo, y es una planta que crece de forma silvestre, por lo que generalmente es considerada una maleza. Para la Agricultura Sustentable esta planta es de mucha utilidad.
También conocida como cardo santo, adormidera o amapola mexicana, el chicalote es una planta de la familia Papaveraceae y su género está conformado por más de 35 especies. Tiene diversas propiedades metabólicas y su morfología brinda una amplia gama de beneficios para descompactar el suelo y permitir el infiltrado del agua y la penetración de las raíces de las plantas más profundamente.
El chicalote tiene una raíz que crece en línea recta hacia abajo evitando el endurecimiento de los suelos. Al ser propia de las regiones semidesérticas, se desarrolla en suelos con baja fertilidad, y se han identificado más de 18 compuestos químicos distribuidos desde la raíz hasta las semillas.
El uso tradicional del chicalote
Pero tradicionalmente, el principal uso del chicalote ha sido en el campo de la herbolaria y ha sido estudiada también desde la farmacología, pues se trata de una planta con propiedades analgésicas, antiespasmódicas, sedantes, purgantes, vulnerarias (ayuda a cicatrizar) e incluso alucinógenas, por lo cual su uso medicinal debe dejarse en manos de expertos.
Se estima que en el mundo hay alrededor de 298,000 especies de plantas, aunque solo están registradas alrededor de 215,000. Algunas de estas plantas pueden aprovecharse para diversos usos, favoreciendo además la funcionalidad de los ecosistemas, pero no se recomienda que sea cultivado porque evita el desarrollo silvestre.
El chicalote se usa para tratar varias enfermedades y síntomas como: escozores,
manchas, diarreas, diabetes, reumatismo, dolor de riñones, dolor de pulmones, cataratas, reumatismo, tos, sarna, llagas, entre otros. El jugo de la flor y el fruto se utiliza para la carnosidad de los ojos. La infusión de la flor se emplea para la tos y la bilis.
Las hojas aplicadas directamente eliminan mezquinos. Además en forma de chiquiadores, se colocan en la sien para el dolor de cabeza. Para la diarrea, se usan las hojas hervidas con arroz tostado y molido. Como calmante nervioso se toma el cocimiento de las hojas antes de dormir. El mismo cocimiento se toma en ayunas, agregando el látex para la diabetes.
Esta planta también se utiliza en casos de convulsiones, tos, enfermedades articulares, y como hipnótico, para la gingivitis, mal de orín, mal de ojo, aire malo, como como narcótico, antiespasmódico, catártico, diarrea, dolores en general. La raíz es diurética, analgésica, hipnótica y se emplea en enfermedades crónicas de la piel.
El aceite es purgante y también utilizado para las afecciones cutáneas. ¡Pero cuidado! Toda la planta es utilizable, excepto sus semillas y frutos que es tóxico. Además, la ingestión de aceite de Argemone mexicana o chicalote provoca hipertensión, glaucoma, hidropesía, diarrea, vómitos y anemia.
