Foto destacada: Yucatán Magazine
Estas teorías no son el resultado de avances científicos, académicos ni cuentan con evidencia clara, pero son bastante curiosas.
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Desde que el Nuevo Mundo fue objeto del escrutinio europeo, se plantearon diversas teorías sobre los orígenes de la cultura mesoamericana y cómo fue que estas tierras llegaron a ser tan prósperas. Los pueblos mesoamericanos construyeron una cultura con elementos compartidos, rasgos interétnicos y un desarrollo complejo de las políticas, sociedad, cultura e incluso de las artes.
Pero esto sucedió durante varios milenios, en periodos complejos, aunque básicamente centrados en la cultura olmeca. Diferentes personas, a lo largo de los años, han tratado de explicar cómo fue este proceso. Cabe destacar que estas teorías son meras especulaciones e incluso solamente reconocidas en la cultura popular, pero los investigadores más serios las consideran marginales. Como sea, aquí te mostramos algunas teorías que tratan de explicar este sorprendente desarrollo evolutivo.
Consenso científico
Los especialistas en mesoamerica (historiadores, arqueólogos, lingüistas) mantienen la idea de que los olmecas y sus logros surgieron de influencias y tradiciones que eran totalmente propias del Nuevo Mundo; además afirman que no hay evidencia material confiable que sugiera lo contrario. Sostienen, por ende, que las culturas mesoamericanas desarrollaron caracteres propios en base a una herencia cultural y agrícola antigua interrelacionada e independiente de cualquier influencia fuera del continente. Por supuesto, rechazan las especulaciones de los orígenes alternativos y consideran que la promoción de tales teorías es infundada y habla de “racismo etnocéntrico” a expensas de los indígenas.
Entonces, ¿Cómo se pobló el Nuevo Mundo?
Se dice que en 1590, un sacerdote de nombre especuló que los indios habían llegado a América desde Asia, y desde entonces se ha tratado de demostrar que ésta teoría es la es una de las más significativas, cuando se trata de responder ¿cómo se pobló el Nuevo Mundo? Hay otras versiones de esta idea central que han llegado un poco más lejos y suena como a historias fantásticas.
Orígenes africanos
La “prueba” de que el origen de los mesoamericanos es africano, son los rasgos faciales de una escultura olmeca de 3 metros de altura con labios y nariz, encontrada en San Lorenzo Tenochtitlán y etiquetada como Cabeza colosal 6. Justo, los escritores sugieren que los olmecas estaban relacionados con los pueblos de África, por la semejanza de los rasgos faciales de las estatuas olmecas. Además, sostienen que la evidencia epigráfica, genética y osteológica respalda sus afirmaciones.
La idea fue sugerida por primera vez por José Melgar, quien descubrió la primera cabeza colosal en Hueyapan (ahora Tres Zapotes) en 1862 y posteriormente publicó dos artículos que atribuían esta cabeza a una “raza negra”. El punto de vista fue defendido a principios del siglo XX por Leo Wiener y otros e incluso se ha identificado a los olmecas con los mandégente de África Occidental.
Evidencia epigráfica, genética y osteológica
Los sistemas de escritura mesoamericanos están relacionados con las escrituras africanas, según algunos autores como Constantine Samuel Rafinesque y Leo Wiener, quien propuso que las inscripciones mayas están relacionadas con la escritura líbico-bereber de África y la escritura vai.
Los estudios genéticos e inmunológicos realizados en las últimas dos décadas no han logrado evidenciar las contribuciones africanas precolombinas a las poblaciones indígenas de las Américas; aunque sí se ha demostrado ascendencia relacionada con los melanesios y aborígenes australianos.
Estudios interdisciplinarios de cráneos de nativos americanos ha demostrado que no hay evidencia real, aparte de juicios erróneos superficiales y conclusiones erróneas, de que los nativos americanos tengan algún vínculo con una presencia africana en América antes del encuentro con los europeos.
China: origen de la civilización mesoamericana
La civilización olmeca surgió con la ayuda de refugiados chinos al final de la dinastía Shang. Betty Meggers de la Institución Smithsonian, argumentó en 1975 que la civilización olmeca se originó debido a las influencias chinas Shang alrededor del año 1200 a. En un libro de 1996, Mike Xu, con la ayuda de Chen Hanping, afirmó que los mismos celtas de La Venta discutidos anteriormente en realidad tenían caracteres chinos.
La evidencia en la que se basó Mike Xu, incluida la coincidencia de las marcas en la cerámica olmeca con las de los escritos en huesos del oráculo chino, la importancia del jade en ambas culturas y el conocimiento compartido de la posición del norte verdadero, se analizó en un artículo de Claire Liu. en 1997.
Otra teoría de los orígenes chinos
Otra de las teorías que se ha tachado incluso de “fantasiosa” es la que afirma que los viajes transpacíficos que hicieron los Chinos hizo posible que se poblara el Nuevo Mundo. Audrey McBain es uno de los exponentes de la difusión de esta teoría. Afirma que los rasgos chinos son notables en la cultura olmeca de Mesoamérica, así como las similitudes en las “máscaras de monstruos” que dominan los dos sistemas artísticos apuntan a la probabilidad de contactos históricos para explicar las semejanzas.
McBain se basa en la comparación sistemática entre los Shang taotie y las esculturas olmecas de los hombres-jaguar. El investigador afirma que hay muchos mecanismos y rasgos culturales semejantes cuando se trata de los entornos sociopolíticos, los significados iconográficos y estilísticos. Aunque se ha tachado continuamente de que los temas compartidos por ambas culturas son “demasiado genéricos” y que solo comparados en situaciones particulares, esto puede ser verdad solo hasta cierto punto, al menos hasta que se plantean las diferencias y no las semejanzas.
Orígenes jareditas
En 1841, John Lloyd Stephens escribió un libro llamado Incidentes de viaje en América Central, Chiapas y Yucatán; que fue leído por Joseph Smith, fundador de los mormones, quien colocó la llegada de los jareditas en América, permitiendo la eventual migración de los pueblos del Libro de Mormón a México y América Central.
En el Libro de Mormón (1830), un texto considerado escritura por las iglesias y los miembros del movimiento de los Santos de los Últimos Días, los jareditas se describen en el Libro de Éter como un pueblo que abandonó el Viejo Mundo en la antigüedad y fundó una civilización en América. Los historiadores dice que el Libro de Mormón no tiene un fundamento literal.
Orígenes nórdicos
Según Michael Coe, el explorador y difusionista cultural Thor Heyerdahl afirmó que al menos algunos de los líderes olmecas tenían ascendencia nórdica, una opinión inspirada al menos en parte por la figura barbuda, tallada en La Venta, cuya aparente nariz aguileña ha sido citada como posible evidencia de antiguos visitantes a las Américas del Viejo Mundo. Es otra de las leyendas fabulosos que inspiran libros.